Luis Lucero asume en una compleja coyuntura que demandará una “precisa atención” en las problemáticas sectoriales. Deberá constituir una agenda específica destinada a instrumentar abordajes en forma urgente.
Luis Lucero antes de iniciar su jura como nuevo secretario de Minería realizó sus primeros movimientos protocolares. En primer término decidió concretar el primer encuentro con la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM) la cual tuvo como objetivo “dar los pasos iniciales para desarrollar una agenda en común que abarque los principales ejes del sector” explicaron desde la institución que agrupa a las firmas de actividad minera nacional.
En la misiva se detalla que Roberto Cacciola, presidente de CAEM, expuso “las cuestiones que los asociados de la cámara consideran de mayor urgencia, tales como la necesidad de normalizar la aprobación de los certificados mineros”.
En la reunión también se repasaron cuestiones como “el régimen de promoción de inversiones, que es fundamental para el desarrollo de los proyectos y la situación del segmento oro y plata. La agenda a coordinar incluye además las necesidades primordiales de infraestructura (cuestión que viene analizando CAEM internamente y en el marco del CPI) y los temas cambiarios” de la cual la nueva autoridad entiende a la perfección. Cabe resaltar que en esa agenda enumerada por CAEM, la flamante autoridad, posee un amplio manejo y conocimiento, marcando en estos temas, muchas diferencias con sus predecesores que entendían, pero con sus actos oficiales dejaban un claro mensaje de incomprensión e impericia.
Por último, señalan desde el gremio empresarial que “la cámara agradeció la buena predisposición del Secretario para coordinar este encuentro y se puso a disposición para el trabajo en conjunto”.
Ausencias en el primer encuentro sectorial:
Desde diferentes personalidades se puso de relieve que les “extrañó” que en este acercamiento del funcionario, no se haya fomentado, o agrupado, a otras fracciones que nuclean intereses dentro de la actividad Minera. Fundamentalmente a las organizaciones que nuclean a los trabajadores mineros y los proveedores.
En principio podría enumerarse que la agenda pre asunción, fue uno de los principales escollos, pero, no se ocultó la sorpresa de que no se practique un “llamado” desde un contacto informal.
Se plante, sin sensibilidades de protagonismo ¿Por qué sólo CAEM mantuvo una reunión?
De esa forma se dejó de lado a otras instituciones, como AOMA, que posee la mayor representatividad dentro de la industria o tal el caso de los proveedores mineros. Quizás, los “políticamente correcto”, justifiquen que recién fue nominado y que al no haber asumido no fue necesario; o que tal vez la llegada de “las Pascuas” lo demoró, “pero que las intenciones existieron”, comentó a Prensa GeoMinera un allegado a CAEM. Lo cierto es que Lucero tuvo unos cuantos minutos para dialogar presencialmente con los ejecutivos de las empresas y no habría tenido “cinco minutos” para comunicarse con la autoridad de la Asociación Obrera Minera Argentina. Sin duda, es de aguardar, que sólo sea un “descuido”, y no una señal de gestión. Esto se develará con el correr del mes de abril.
Indudablemente se debe comprender que el nombre del secretario se relaciona directamente con el inicio de la llegada de la “Nueva Minería”. Se le reconoce la experiencia de ser una persona que esgrime conocimiento desde la puesta en marcha de varios emprendimiento en la Argentina. Los más experimentados integrantes de la actividad le acreditan idoneidad y estilo para ejercer el cargo. No obstante, todos sabemos que la función pública, muchas veces fagocita el conocimiento y les aflora la impericia a los que llegaron a esta instancia (Carolina Sánchez, Alberto Hensel o Fernanda Ávila por citar algunos nombres). Es de esperar que a Lucero no le ocurra, y que desde su prestancia en su CV, pueda cumplir con las necesidades que plantea el sector en su conjunto. Si esto sucede ya es un logro, dado que desde el año 2018 los gobiernos consecutivamente estamparon una deuda y deficiencia resolutiva - operativa con la totalidad de los rubros que componen la familia minera.
Para ser más claro, con muy poco se podría lucir. No necesita mucho. Pero convengamos que entre su postulación y asunción, podría haber tenido un tiempo para hablar con los que no fueron convocados a esa primera reunión con empresarios y se pudo haber efectuado más sectorial.
Abocado a concretar la llegada de un subsecretario:
También trascendió que desde su comunicación de haber sido elegido como cabeza de gestión, Lucero se dedicó a obtener como segundo en la secretaría a otro integrante del sector. Al cierre de esta edición de Prensa GeoMinera,no lo había logrado. Quizás aún no lo sepa, pero todo indicaría que deberá profundizar la búsqueda.
Lo mismo sucede con otros funcionarios que necesita para completar los casilleros de personal subalterno que debe ser cubierto mínimamente para poner en marcha el aparato oficial. Recordemos que esta asunción se concreta en medio de los rumores de convertir a la actual SECMIN en una SUBSECMIN, por eso del achique y las reformas operativas, que aun son ideas y pre proyectos, que nadie en las altas esferas descarta poder implementar.
Es más, no le habría caído muy bien a Lucero la versión, casi oficial, que indica la decisión de que deberían mudarse a otro edificio, con mayor precisión sería al Palacio de Economía. Algo incómodo y perturbador. Para que esto suceda deberán completar la nómina de empleados y sus respectivas funciones que determinará la gestión. Lo que significa, decidir como procederán ante más de cien contratados que posee la SECMIN desde hace varios años y que sería el primer escollo al que se deberán dedicar.
Esta es parte del presente de la dinamitada operatividad en la minería oficial. Tendrá que poseer muchas “aspirinas” para el inicio.
La profunda crisis en las 2° y 3° Categoría:
A los planteos que le enumeraron desde CAEM existe malestar y deficiencias del mercado en la segunda y tercera categoría de la industria. Las cal, cemento, piedras, canteras y rocas entre otras sub rubros están literalmente planchados y en terapia intensiva. Salvo algunos minerales específicos y de exportación, en su gran mayoría, los relacionados a la construcción, “están en la lona”, expresó el titular de una pyme minera.
El ajuste del gobierno en la economía, los precios distorsionados y la paralización de la construcción que se experimenta desde el mes de enero, ha puesto a todos sus segmentos en un estado de suma gravedad. Acá no se necesitan la llegada de grandes inversiones. Esto es el no funcionamiento del mercado interno y consecuencia directa de la incertidumbre con paralización de la economía local.
La famosa “zona núcleo” de la minería que se extiende desde el corazón de la provincia de Buenos Aires hasta Córdoba, provee al país de piedra, cal, cemento y roca, está paralizada, sin apoyo oficial y entrando en una inminente “paralización insostenible” para las frágiles administraciones de las Pymes mineras.
Esta situación se está trascribiendo diariamente en suspensiones, despidos y en el mejor de los casos, reducción horaria de las labores. Algo más duro de lo sucedido en el inicio de la pandemia por Covid-19 del año 2020. Por estos días, no se avizoran soluciones a mediano plazo pero si el desencadenamiento de conflictos laborales y profundización de trastornos sociales en ciudades o provincias que dependen sustancialmente del movimiento de la minería de segunda y tercera categoría.
Por último cabe destacar que si bien no es responsabilidad directa del inminente funcionario, la agenda que deberá abordar es difícil y preocupante. Deberá poner todo su empeño y capacidad para monitorear y ejecutar políticas sectoriales que no necesitan letra sino gestión y respuestas. Un desafío que demandará dedicación a full.
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