ARGENTINA | 03 de Mayo de 2024
Nadie llegó a la Argentina e hizo anuncios de acuerdos para inversiones de magnitud: En este viaje anual a Canadá, festejaron los prestadores de servicios de hotelería y vuelos.
https://drive.google.com/file/d/1ZVbPp0bh-18oit13gMcYnMs3Fp1Q67Sz/view?usp=sharing
A pocos mineros les fue bien, acordando importantes negocios comerciales. Hubo empresas de exploración de La Rioja, San Juan, Santa Cruz y Salta, que pudieron captar atención para obtener fondos que les permitan extender las campañas de exploración. Pero, de otros anuncios, trascedentes y esperados, lamentablemente nada.
La realización del PDAC en Toronto dejó muchas dudas sobre el inmediato futuro argentino en torno a la minería. La ausencia de autoridades nacionales en el evento restó protagonismo ya que no hubo alarde de expectativas por un gobierno nuevo; y si bien en los últimos 20 años, hubo altas y bajas, en esta oportunidad, la imagen pública del sector quedó muy dañada por la ausencia de funcionarios que le hubieran aportado preponderancia a la expectante minería nacional.
Todos sabemos que desde Argentina muchas veces se apostó al show y a mostrar fotos que insinuaban éxitos. En una oportunidad, en un subsuelo, ante un público de sólo veinte presentes, desde CAEM, bajo la presidencia del ex funcionario Manuel Benítez, le dieron un premio-reconocimiento a un burócrata de cuarta que ostentaba la SECMIN, Jorge Mayoral. Desde allí para adelante, todo resulta dudoso para lo que provenga de Toronto, salvo excepciones, que por suerte existieron y existen.
A la ausencia de funcionarios también se notó la deserción representativa de la Asociación Obrera Minera Argentina, la cual se encuentra en estos tiempos en permanente negociación para no ceder ante la embestida de la inflación sobre salarios. La inacción sectorial por la adversidad que atraviesan las pymes que no logran levantar cabeza. La atención y dedicación de Héctor Laplace está en esta compleja realidad y como comentaran desde Rosario 434: “no hay lugar para la distracción” . Algo similar a la decisión de no haber concurrido a Alemania a principio de febrero al encuentro de ambos países y con la Unión Europea.
Cabe destacar que al viaje a Toronto, asistieron, entre otros, una llamativa delegación multi provincial de 33 funcionarios, entre ellos los gobernadores de San Juan y Mendoza. La particularidad de este “tour a Canadá” es que no lo pagaron las provincias desde sus Rentas Generales o cuentas de promoción minera; sino que se aplicaron los gastos desde los fondos del Consejo Federal de Inversiones, (CFI).
Más allá, que el dinero del CFI es de las jurisdicciones, muchos nos preguntamos ¿Qué realidad viven estos funcionarios? ¿Se justifica que una provincia como Mendoza viaje, exponga y se muestre pro minera cuando tienen desde el año 2007 una ley que prohíbe la minería? El sentido común aconseja que hubiera sido mejor llevar los cambios hechos y no prometan hacerlos a futuro. Con una realidad palpable. Si Mendoza posee recursos minerales y humanos, ¿no es hora que los funcionarios, políticos y “aves negras” que merodean la minería mendocina hagan primero los dilatados cambios para luego mostrarlos? Indudablemente, poseen invertidos la ubicación del razonamiento lógico. Es de esperar que no repitan el bochorno de Julio Cobos cuando concurrió a Toronto en marzo de 2007, a referirse de las bondades de una Mendoza pro minería y meses después “clavó”, literalmente, una prohibición que aún perdura. Sin duda, el mundo al revés.
Qué decir de la delegación proveniente de Tierra del Fuego, poco para agregar, simplemente es de esperar que hayan disfrutado del “tour all inclusive” que pagamos todos los contribuyentes. ¿No es raro que ninguna provincia explique en forma previa la agenda a desarrollar, los acuerdos y si correspondía, referirse a las inversiones que lograron?. No hubo, ni hay nada. Solo bla… bla… bla…
Eso sí, un Urra!! Por los empresarios y prestigiosos profesionales, que, desde sus cuentas bancarias, deciden viajar al país del norte para realizar negocios concretos. A ellos el reconocimiento de mantenerse lejos del común denominador, “viajar a costo de terceros”.
Como sucedió en otros años, pocas inversiones para contabilizar, muchos centímetros de notas para leer y matizar el relato del viaje, pero la realidad nacional de inflación, falta de dólares y inestabilidad jurídica-económica, no permite ser optimista, aunque se esfuercen para disfrazar el costoso viaje.
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