Por Julio Ramón Alcalde
La provincia de Río Negro, vive una situación paradojal. En su superficie de 203.013 km² tiene una población de alrededor de 700.000 habitantes según el último censo realizado en 2010.
Geográficamente cuenta con 6 regiones: Cordillerana, Alto, Medio e Inferior Valles del rio que da nombre a la provincia, la meseta o “Línea Sur” que une la cordillera con la Zona Atlántica, en las costas del Golfo San Matías, lo que pone de manifiesto la variedad paisajística, climática y poblacional.
Esa variedad a su vez contiene una extensa lista de potenciales yacimientos aptos para la práctica minera en todas sus modalidades, que podrían generar incontables fuentes laborales: desde sencillos peones, administrativos, mineros, técnicos y profesionales de una cantidad de disciplinas concurrentes con la actividad. También movimiento económico para las localidades vecinas, sus comercios y servicios, divisas para la provincia, municipios y nación que a nadie le vendría mal.
A estas cuestiones, un dato no menor, es que Rio Negro mantuvo el servicio ferroviario desde la cordillera a la capital provincial y otro ramal privatizado desde el alto valle al AMBA, y dos puertos de ultramar, el de San Antonio Este, containero y de cargas a granel y el de Punta Colorada, en Sierra Grande, puerto mineralero, en el que se cargaban grandes buques con hierro peletizado de la ex HIPASAM.
Pero, siempre los hay, en esta provincia la minería esta “Demonizada”, producto de la prédica de charlatanes de ocasión y bellos espíritus preocupados por el ambiente, a quienes la legislatura provincial acompañó contribuyendo así a postergar o echar al olvido interesantes ´proyectos incluyendo a algunos en plena producción.
Detalle concreto de la “demonización” fue cuando en la primera sesión legislativa del gobernador Carlos “el Gringo” Soria, quien expresaba que: “Mientras haya un chico cagado de hambre en la superficie, es un sacrilegio no habilitar Calcatreu”, proyecto cercano a Ingeniero Jaccobbaci, en la zona mas postergada de la provincia, el legislativo ´provincial habilito por unanimidad la ley minera.
21 días duró la ley, muerto Soria, la misma legislatura dejo sin efecto la misma y generó la “vía muerta” que impide, obstaculiza y complica la actividad en la provincia.
Para mas datos, cuando el gobierno provincial logro que se construyera central nuclear cerca de Sierra Grande, desde la iglesia hasta “hippies con OSDE” lograron que se pierda y para colmo de males, Río Negro, que alberga en su seno al Instituto Balseiro, principal formador de profesionales de las actividades atómicas y referente mundial del tema, o ALTEC, empresa que ha construido centrales nucleares en todo el mundo, ni siquiera fueron consultadas al respecto.
Esta situación me remite a un artículo que publique aquí hace tiempo, al que titule “Desenterrar la minería”, en el hable que los actores de la actividad minera, quizá acostumbrados a vivir en “la galería” dejaron el campo libre para los charlatanes, oportunistas y otros que no tienen la más remota idea de como se desarrolla la actividad y lo que genera en todos los planos de las comunidades con las que conviven.
Así como quienes no quieren actividad minera, los que si la queremos debemos imitarlos, informando a la opinión pública y ejerciendo presión sobre los estamentos del estado provincial, municipal, nacional y donde se pueda, para abrir los yacimientos explicando que genera trabajo y riqueza comunitaria apenas se firme la correspondiente habilitación.
Los charlatanes han puesto el acento en la presunta laxitud de los controles a la actividad. Se puede remediar agregando a los propios controles la supervisión de universidades y cátedras afines que, vía pasantías, respalden o rechacen los informes al respecto.
Al igual que los que impiden la actividad, “hay que ganar el territorio”, y para eso como condición principal hay que “Exorcizar la minería” y que las personas comunes y corrientes sepan con cuantos objetos conviven y que en sus componentes cuantos productos mineros tienen y obtener la necesaria “Licencia Social” de sus comunidades vecinas, para que la verdad prevalezca sobre la mentira.
Periodista - Director de FM Marítima
San Antonio Oeste - Río Negro
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