Ver como se avanza de a poco, es todo un éxito en la actividad minera argentina. Somos pocos en el sector, todos sabemos de qué hablamos, unos tienen una idea, una ideología, un lineamiento, una manera de ver las cosas, otros pueden tener otra percepción, pero todos sabemos que la minería viene peleando de atrás donde el principal factor de retardo, sin lugar a dudas es la dificultad que nos ha costado para generar políticas mineras que lleguen a convencer a quienes toman decisiones.
Es notable observar cómo ese modelo casi medido en “tiempos geológicos” comenzó a virar lentamente, solo alcanza para vislumbrar esa realidad un ejemplo sencillo, hace más de 8 años, ningún candidato presidencial tenía en cuenta a la minería como instrumento válido para dar pelea, hace solo 4, empeoró aún más, porque se observó a lo largo del país, que se utilizó a la minería, como algo que no debería incentivarse para lograr un verdadero desarrollo, la antiminería cotizaba en Oz.
En estos días, por obra y arte de uno de los elementos más livianos de la tabla periódica, no solo no hay candidato que no conozca el tema, sino que todos lo han incorporado a sus plataformas, todos lo quieren extraer, todos lo quieren desarrollar y también fabricar baterías, exportar ciencia con él, infinitas propuestas, un verdadero milagro realizado por el desarrollo minero de uno de los metales que en realidad menos divisas deja si se lo compara con la plata o el oro y que Argentina también es productora. Está demostrado que el litio abrió el camino, que no pudo desplegar el oro y la plata, pero en ese camino sinuoso, pero firme, ahora también se los escucha a los candidatos nombrar algo así como Taca-Taca, Josemaría, Pachón…se viene el cobre?, buena síntoma este, digo… vamos mejor. “…cosecharás tu siembra…”
Cual fue el móvil del milagro, simple, el litio supo desarrollar su poder en poco tiempo, el mundo lo necesita, Argentina lo tiene, aumentó las exportaciones y ahí, el Estado vio que había algo blanco que atraía algo “verdes”. Ya entendimos que la industria minería no será adoptada por ser simpática, la minería está siendo tenida en cuenta porque es posible observar un potencial que se traduce en dólares ingresados. Geología nos sobra, por eso el éxito está a las puertas de casa.
Como se dijo, hoy la exportación es ínfima si se la compara con el potencial geológico argentino. Pero hay un dato aún más elocuente. Si un país suma las exportaciones como divisan que ingresan, debe sumar también la sustitución de importaciones que son divisas que no egresan. Es el caso de los hidrocarburos de Vaca Muerta, es tan importante el gas que no se va a importar, al que se venderá exportando, aquí cobra dimensión el concepto de: “sustitución de importaciones de recursos minerales”. Entonces: ¿por qué no tener en cuenta la materia prima y su valor agregado de las industrias que utilizan en su elaboración el 100% de materia prima minera? Y comenzamos a sumar a las cementeras, la fabricación de cerámica roja y esmaltada, la industria del vidrio, las arenas de fracking que hasta hace poco importábamos y hoy potencialmente podríamos exportar.
¿Por qué hay considerar estas industrias (Palmar, Holcim, Loma Negra, Shell, YPF, Ferrum, Cerro Negro, VASA, Caleras sanjuaninas, etc.) como un número minero? Sencillo, tal como la fabricación de 1 Kg de carbonato de litio es un producto con valor agregado que utiliza un altísimo porcentaje de materia prima minera, 1Kg de cemento también utiliza el 100% de materia prima minera. El litio se concentra y químicamente se lo trasforma en carbonato que lo contiene y se exporta, el cemento es comparable, pues se calienta la roca, se le agregan otros minerales y sustituye importaciones. La concentración del oro también es un valor agregado, de lo contario no tendríamos las plantas y los procesos en este tipo de minas, pues bien, el valor agregado de una cerámica esmaltada también utiliza en su proceso de 100% de material minero y da como resultado una baldosa, que no es otra cosa que una concentración de minerales, que industrializados dan un producto útil. Ambas cosas, en Argentina se dimensionan con la misma unidad de medida, el dólar, ya sea si sale o entra.
Todo es política, o sea el arte de lubricar las actividades productivas, pero para ello, hay que mostrarla con números genuinos, inequívocos y defendibles en cualquier foro nacional e internacional, esos números son los que la política debe tener y el sector en su conjunto proveer, así la minería lubricará sus rodamientos y ese lento viraje se deberá convertir en una rotación permanente. Propongo sumarle a los U$S 4.000 millones de exportaciones de hoy, lo que corresponda en sustitución de importaciones, y utilizar ese número para dar dimensión a la actividad minera. Se debe tener en cuenta que: “ No hay nadie más interesado en un proyecto productivo, que un político en funciones”.
Nada es posible activar sin la aceptación política por un lado y la precisión profesional por el otro. Para esto, hay que trabajar técnicamente con quienes decidan y mostrar proyectos concretos, completos, sanos ambientalmente y rentables. “… Se entiende como la construcción de políticas, a todas las acciones que conducen a mitigar las necesidades del pueblo, sin que en ella haya intereses personales ni egoísmos que obliteren el beneficio general…” dijo un sabio.
Hagamos un número con toda la minería y más de uno se sorprenderá, especialmente quienes tienen poder de decisión, hacia ellos debe ir dirigido. Todos en el ambiente minero trabajan mucho y desde hace mucho para haber logrado este pequeño gran paso hacia el despegue industrial minero, sólo hay que seguir con mayor fuerza.
(*) Prof. Emérito Universidad Nacional de Córdoba - Secretario Ejecutivo del COFEMIN
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