A partir del próximo 29 de agosto, el contador Roberto Cacciola, conducirá la Cámara Argentina de Empresarios Mineros, CAEM, con esta nominación, nuevamente, el sector metalífero de la entidad que nuclea a los ejecutivos de las empresas, retomarían la presidencia de esta institución.
En la actualidad Cacciola se desempeña como Gerente General de mina San José, propiedad de Minera Santa Cruz en la provincia homónima, la cual es operada por la empresa Hochschild Minning de capitales peruanos y canadienses.
Lo acompañarán en el Comité Ejecutivo de lo que sería la nueva conformación, referentes del sector productivo y de exploración como Alfredo Vitalle, Grupo Lundin; el hasta ahora presidente, Franco Mignacco, como referente del litio; además de Ricardo Sarandon, de Panamerican Silver y Alberto Carlocchia, Patagonia Gold. No trascendieron las ubicaciones que cada uno desempeñara en la nueva gestión, pero se da por entendido que de estos nombres, a los que se sumarán otros, saldrán vicepresidentes y secretarios.
A diferencia de lo que sucedieron en las anteriores elecciones, donde hubo siempre dos expresiones o lineamientos, en esta oportunidad se forjó una sola agrupación que tira por tierra las intenciones de algunos grupos minúsculos que pretendían hacerse de la representatividad del sector y finalmente quedaron “autoexcluidos”, consecuencia de darse cuenta de la falta de aceptación.
Por otra parte, la estimada reelección, a la que aspiraba Minacco, no ganó terreno dado que las inquietudes de otros socios aspiraban a tener otro tipo de protagonismo al deslizado en los dos últimos años. Si bien no existían reproches a los esfuerzos de quien dejará la presidencia; se le reconocen acciones favorables a la industria en un marco político y macroeconómico desfavorable, no obstante, cobraba consenso implementar nuevas estrategias y posicionamientos sectoriales y por ello, el recambio de figura era necesario sin ningún tipo de malestar. Muestra de ello, es que el actual presidente aceptó seguir acompañando y fortalecer, desde otro puesto, la gestión en CAEM.
El nombre de Cacciola significa posicionar a un referente con más de treinta años en funciones directivas en las empresas mineras que operan en el mercado y a la vez un profesional que acompañó, presenció y se mostró funcional a las distintas etapas que atravesó el sector privado en las vicisitudes de un país muy complejo para el desarrollo de la industria.
El ex Mina Aguilar, hoy titular de Minera Santa Cruz, sabe de qué se trata. Entiende muy bien el pasado, presente y puede comenzar a delinear futuro. Sabe de cuestiones conflictivas, de enfrentamientos con otros subsectores, de negociación y de sólida defensa de la actividad desde su rol como ejecutivo de empresas mineras. Tomó protagonismo en los últimos ocho años donde el desconocimiento e ignorancia de los funcionarios le permitieron ejercer una tarea “pedagógica” hacia ellos. Todos coinciden que no es un improvisado a pesar de sus posturas ortodoxas en el ejercicio de sus desempeños profesionales. De ahora en más, habrá que ver cuáles son sus acciones y lineamientos a futuro, ya que es un duro dentro de la industria.
Para esta experiencia que iniciaría a fin de agosto, ha sabido recibir apoyo de sectores no afines a él y que lo tuvieron en la vereda de enfrente en otras conformaciones internas. Pese a este detalle no menor, los más adhirieron a la necesidad que sea Cacciola que plantee a sus pares “unificación de criterios y concretos mensajes; fortalecimiento institucional; representación para todos los sectores y actividades de la minería con una comunicación creíble, testimonial y efectiva de cara a la sociedad”. Uno de los aspectos que sobresalen de esos lineamientos es la concepción de “poseer como sector un mensaje homogéneo que sintetice” el espíritu de la exploración y explotación de los minerales.
Un allegado al futuro presidente señaló a Prensa GeoMinera que “no se puede ir divididos en una coyuntura que demanda unidad y de que todos tiren para el mismo lado ”. Destacando que el elegido para presidir la cámara “posee experiencia, conoce la función institucional y la realidad de lo que sucede en los yacimiento” además entiende que “a los pingos se los ve en la cancha”, acotó.
MarceloÁlvarez , de Barrick: otra vez se quedó solo
Nuevamente los pares mineros le fueron esquivos a las pretensiones del directivo de la cuestionada Minera Barrick y a sus anhelos de querer presentarse para ser elegido y comandar un lineamiento interno dentro de la institución no le fue muy favorable. Marcelo Álvarez, director de la regañada minera, quedó más solo que nunca.
Si bien el cargo representativo dentro de CAEM es de la empresa, existen nombres y en este caso, el “Planero 20/20”, volvió a recibir una bofetada ya que al no ser tenido en cuenta por los más, concretó el alejamiento de la empresa como socia de CAEM, renunciando a través de mensajes brindados en cuenta gotas en el último semestre.
Según trascendió, la empresa dejó de pertenecer a CAEM, no en este último mes, sino desde cuando habían cesado en abonar la cuota mensual, tal como informamos en la edición del mes de julio. Acción perpetrada desde septiembre de 2022. Desconocemos si, tras la información que difundimos, luego abonó lo adeudado, pero ahora Álvarez quedó afuera, salvo que la empresa ordene lo contrario.
No se sabe a ciencia cierta si esta es una decisión empresaria o del empleado ejecutivo de Barrick. Seguramente con el correr de los días y tras constataciones con directivos de la firma, se sabrá una versión oficial de tamaña decisión de mal gusto y muy desleal.
Decimos así, de mal gusto y desleal, dado que Barrick le da la espalda a la única institución representativa que acompañó la defensa cuando en el año 2015 en el yacimiento Veladero, ubicado en la provincia de San Juan, hubo un derrame y se contaminaron suelos de la zonas aledañas al emprendimiento con sustancias cianuradas. En aquella oportunidad la CAEM, y sus autoridades acompañaron la posición de la empresa quienes estuvieron activos para “remar” ante ese proceso que fue un durísimo castigo para la industria y debilitó aun más la frágil credibilidad ante la sociedad.
Ahora, la empresa Barrick que, como toda la sociedad sabe, es la más cuestionada del planeta, al no ver satisfechas las pretensiones posicionales de su representante, pega un portazo, desconoce la convivencia, el espíritu de cuerpo y abraza actitudes que son interpretadas como desleales.
Álvarez reaccionaría así al no verse satisfecho en sus anhelos, y abandona el grupo de pertenencia, justo, cuando en su empresa están experimentando cambios cupulares, como por ejemplo que éste dejará sus funciones corporativas en Chile y vuelve a la Argentina y lo haría por debajo de dos ejecutivas con mayor rango. ¿Fin de ciclo? Habrá que ver que responden los jefes del mentor del fallido “plan 20 - 20”.
Por eso se solicitará una respuesta institucional sobre el espacio que debería ocupar la minera o dejar la retirada de un empleado que lo hace por cuestiones personales. Está claro que sus reuniones fracasadas para seguir en vigencia desembocaron en la renuncia, a la que incomprensiblemente, también adhirió, la representante de Newmont, María Eugenia Sampaleone. Existen quienes pueden comprender los reclamos puntuales de estas empresas en referencia a la incidencia de las mismas para marcar el rumbo institucional, pero no se aceptan condiciones para cumplir intenciones de los menos y sin consenso.
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