ARGENTINA | 21 de Noviembre de 2024
¿Dónde está el detalle que explique que, en los últimos tres años hubo 13.000 millones de US$ en inversiones dentro de la actividad minera?
Ante todo queremos agradecerle al sector minero en su conjunto por haber recordado que la industria de la “Nueva Minería en Argentina”, nació de la mano de los yacimientos de oro, plata, cobre, litio y molibdeno que extrajeron de las entrañas de Cerro Vanguardia en Santa Cruz, Minera Alumbrera y FMC, en Catamarca; se gestaron de la mano de las leyes mineras de los años noventa.
En eso nos inspiramos para escribir la nota publicada en la edición N° 278 del mes de marzo bajo el título: “¿Qué pasa con el oro y la plata? … La necesidad de comprender la lógica de una industria, parece no estar en la agenda de los funcionarios” .
Dicho esto, agregando que el cimiento fue a partir del año 1997, es que sugerimos, humildemente, a los funcionarios actuales y de los últimos gobiernos que han pasado por la SECMIN, que antes de improvisar y arrojar números de inversiones al boleo; deben leer, instruirse o profundizar la historia.
Decimos esto dado que Fernanda Ávila y sus secuaces funcionarios, al no saber nada de la industria, improvisados y muy ignorantes de ésta, exhiben datos infundados, incomprobables, pecan de ignaros. Sí, los funcionarios actuales desconocen el sector. Son verdaderos indoctos. Así, lisa y llanamente.
¿Dónde está el detalle que explique desde el cual, en los últimos tres años, hubo 13.000 millones de US$ en inversiones dentro del la actividad minera?
Pareciera que la letra de estos inexistentes números se las proveyera Marcelo Álvarez, empleado ejecutivo de Barrick, que en el año 2015, al asumir como presidente de la CAEM, anunciaba el “plan 20 - 20” que significaba la ilusión marquetinera, esperanzaba en la infundada llegada de inversiones entre los años 2016 - 2020; 20 mil millones que se les desconoce el pasadero. Nunca llegaron. Un papelón que del cual, sólo recordarlo, causa gracia.
Dicho esto, pareciera que Ávila posee el “síndrome 20-20”. Lo diferente es que todavía no asumió que sólo hubo inversiones en Salta para extraer oro, en el yacimiento Lindero. A lo que se le suman los proyectos de litio que se están construyendo, pero muy lejos de los 13 mil que ella anunciara recientemente entre el 2020 y la actualidad. Cuidado, en cualquier momento aparece “la nariz de Pinocho”.
Todo demostraría que en la agenda de la funcionaria catamarqueña solo figura el litio. No hay nada de la producción de oro y plata, tampoco de lo que padece y sucede en las Pymes mineras que predominan en el país y poseen grandes inconvenientes; salvo las diferencias operativas, tal como las productoras de metalíferos. ¿Y saben por qué?, porque no existe gestión alguna que haga entender a los burócratas del Ministerio de Economía que la industria minera es de perfil exportador; que por lo que exportan reciben un “dólar chatarra” y que los insumos, sueldos y servicios se pagan a dólar Blue. ¿Anotó Ávila estos detalles?
No se sabe qué piensa. No hay comunicados de prensa desde la secretaría. No atiende a la prensa sectorial y jamás, significa nunca, convocó a los trabajadores de prensa para presentarse, hacer anuncios o responder preguntas y repreguntas. La comunicación es nula, muy emparejada con el desconocimiento que posee del sector.
La industria se merece mayor atención y dedicación. Estar en el día a día. Recorrer parte de los 1300 emprendimientos mineros existentes. Ver y analizar sobre las acciones, los perfiles, las necesidades y realidades de quienes producen, para el mercado interno y externo. Y si se reúne, quien no mande a sus colaboradores a las mismas, que se presente ella la reunión pactada y escuche, mire a los ojos. Sus ausencias son interpretadas como desprecio o incapacidad de comunicarse. Lectura que hasta puede sentirse “coherente” con su accionar en la función pública.
Mientras la minería real se defiende de la adversidad económica y la inflación, ésta no necesita de soluciones mágicas, números apócrifos y viajes al exterior para el futuro de la nada. Hay que gestionar para los inversores argentinos también. De la misma forma que los productores de minerales metalíferos demandan que alguien, si alguien del gobierno, les preste atención a los efectos de comprender la situación y las características propias de la industria, estos puedan delinear políticas de Estado que contribuya a un mejor equilibrio en la producción y comercialización de sus productos.
uego de la nota sobre la realidad de la industria del oro que publicamos en la edición 278 de PGM, hubo una inmediata reacción de la CAEM para posicionar el tema que explicaba el desajuste financiero y delicado de los extractores de metalíferos. Ane esto, la respuesta de Ávila fue publicar que en los últimos tres años hubo inversiones en el sector por 13 mil millones de dólares.
Sin duda están viendo otra realidad, esa que necesita ser abordada. Están desvariando. Debería recurrir a otros profesionales para que la ayuden a transitar sus responsabilidades y obligaciones profesionales, los que tiene no la ayudan y vaya uno a saber de qué lado están.
En resumen, en casi dieciocho meses desde que asumió, Ávila sólo habla del litio y de falaces números con historias en twitter. No conoce la realidad de la industria minera en sus diferentes categorías. Si le sacan el tema litio, no sabría (con suerte) a que referirse. Y hay un dato contundente: La industria posee estimativamente más de 40 mil trabajadores del sector; de los cuales se estiman son 18 mil de la minería metalífera; alrededor de 18 mil del cemento, piedra y cal y otros 4 mil de la industria del litio. Todo estimativo, dado que el gobierno, SECMIN, no posee fraccionamientos de estos datos en forma actualizada, sectorizada y específica.
Con mayor compromiso, ese que se describe en la esencia de cada uno y se demuestra en los hechos. Se espera, que en el lapso que resta de su contrato público, trate de dejar a la industria algo mejor de lo que efectuó hasta ahora. #avilagestionalamineríatelopide
El oro sube una oportunidad con un cambio justo
El oro amplió sus valores y superó los US$2.000 por onza, ante la caída del dólar y de los rendimientos de las tasas de interés en el mundo. Esto se basa en la coyuntura que demuestra la debilidad de los mercados en Estados Unidos, que, pese al aumento de alzar las tasas de intereses, el inversor o ahorrista se volcó al oro como forma de cuidar su dinero.
Una oportunidad extraordinaria para los que producen este mineral, menos, para los que están en Argentina obligados de recibir del Banco Central un dólar de 214 pesos, estimativamente, cuando el “dólar blue” pisa los 400 pesos. Algo donde debería intervenir los referentes oficiales del sector, sino que dejen el lugar a otros que pueden gestionar y revertir la adversidad en el retraso cambiario que azota al país.
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