En un escrito del gobierno nacional, Pilar Escalante, Subsecretaria de Políticas de Igualdad del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, se refiere a un detallado análisis que ha realizado la Superintendencia de Riesgos del Trabajo en base a las estadísticas de la Encuesta Nacional a Trabajadores sobre Condiciones de Empleo, Trabajo, Salud y Seguridad (ECETSS).
En el mismo se presentó un documento que muestra cómo las brechas de género persisten en el mercado de trabajo. Este Gobierno se ha comprometido a dar respuestas que posibiliten el cierre de esas brechas, entendiendo la importancia que ello conlleva para una equitativa y eficiente gestión de la política pública a nivel nacional.
El Estado Nacional que pone en el centro de la agenda política la transversalización de la perspectiva de géneros y de la diversidad de manera integral, multiagencial, interseccional y federal, como herramienta fundamental para alcanzar la igualdad sustantiva para todas, todos y todes. Por esto el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad celebra la producción oficial de evidencia empírica sobre las desigualdades en el mundo del trabajo. En cuanto a la participación de las mujeres en el mundo del trabajo, en las últimas décadas, se produjo un notable incremento tanto en la Argentina como en la región. No obstante, este mundo del trabajo se configura partiendo de una división sexual y social que lejos está de generar condiciones de igualdad. Por tanto, la participación está signada por desigualdades en el acceso, la permanencia y el desarrollo en el mundo del trabajo que se expresan a través de un conjunto de brechas y segmentaciones ancladas en la existencia de estereotipos de género. Para las personas LGBTI+ esta desigualdad es aún más crítica pues se trata de una población que registra tasas de informalidad muy pronunciadas y que se encuentra expuesta a constantes situaciones de discriminación y violencia.
El documento elaborado por la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT) es un aporte fundamental para comprender cómo se conforma la desigualdad de géneros en el mundo del trabajo y cuáles son las principales barreras de acceso, permanencia y desarrollo que dan cuenta de ella. Contar con informes que abordan estos ejes permite diseñar políticas públicas situadas para reducir la desigualdad de géneros.
Es relevante señalar también que la mayoría de las estadísticas públicas presentan una lectura binaria del género en clave varón/mujer, privándonos de información necesaria para comprender las brechas y las vulneraciones de derechos de las personas LGTBI+, tal como ocurre con las fuentes de información utilizadas en el presente informe. En este sentido, confiamos en que será fundamental el trabajo y la articulación del conjunto de las áreas del Estado para que las estadísticas oficiales incorporen categorías que representen la diversidad de las identidades de géneros, no solo en el mundo del trabajo, sino en cada dimensión de la sociedad. Como muestra el informe que presentamos, las brechas configuran un mundo del trabajo en el que las mujeres tienen menor participación que los varones, a la vez que registran mayores tasas de desempleo, de subocupación y de informalidad. Asimismo, los fenómenos de segmentación horizontal y vertical delinean problemas de permanencia en los puestos de trabajo y de desarrollo en las trayectorias laborales de la población en cuestión. En la conformación de las brechas y segmentaciones de género, merece especial atención la desigual distribución del trabajo no remunerado de cuidados entre los géneros, pues constituye una de las principales barreras para que mujeres y LGBTI+ participen en el mundo laboral en condiciones de igualdad. Otro aspecto constitutivo de estas brechas se relaciona con la mayor exposición a episodios de violencia y acoso laboral, que atenta contra el desarrollo y la permanencia en el ámbito laboral. Por tal motivo, el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad lleva adelante políticas integrales que contemplan una distribución equilibrada del trabajo no remunerado de cuidados y la erradicación de la violencia y el acoso por motivos de género en el mundo del trabajo.
Las desigualdades estructurales mencionadas en los párrafos anteriores se han visto profundizadas a la luz de la difícil situación sanitaria y económica ocasionada por la pandemia de COVID-19. Tal es así que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) señala que, a nivel mundial, la crisis afecta de manera desproporcionada a las trabajadoras. En el caso de la Argentina, ese impacto desigual se evidencia en la significativa pérdida de empleo sufrida por las trabajadoras de casas particulares, en las extraordinariamente extensas jornadas de trabajo, la gran exposición al riesgo de contagio que enfrentan las trabajadoras de la salud y en la implementación de respuestas pedagógicas virtuales que debieron ensayar las docentes, muchas veces sin los medios necesarios para ello. Estas son solo algunas cuestiones que vienen transitando algunos de los sectores de actividad más feminizados. Lo dicho acerca de las trabajadoras de la educación se vincula con el fenómeno más amplio de la irrupción generalizada del teletrabajo. Para muchas mujeres, esto se tradujo en una sobrecarga de tareas al interior de los hogares, en los que se ha vuelto aún más difícil conciliar la vida familiar con la vida laboral. Las desigualdades en mundo del trabajo, el empleo y la producción son la base estructural de las desigualdades de género y afectan el efectivo ejercicio de derechos de mujeres y LGBTI+.
Por ello el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación impulsa el Programa Nacional IGUALAR. Sus acciones se orientan a contribuir al fortalecimiento institucional de los diferentes actores y actrices del mundo del trabajo, el empleo y la producción, tanto del ámbito empresarial, como del sindical y de la economía popular; construir acuerdos estratégicos entre las distintas organizaciones del mundo laboral y organismos públicos con injerencia en la problemática; y adecuar y/o mejorar la normativa laboral vigente para elevar los pisos de derechos adquiridos, incluyendo las acciones legales que se deriven de la plausible ratificación del Convenio N° 190 de la OIT sobre violencia y acoso por motivos de género en el mundo del trabajo. En virtud de las misiones y objetivos que orientaron su creación es que nuestro Ministerio se complace en acompañar a todas aquellas iniciativas que, como el presente informe, apuestan a la transversalización de la perspectiva de géneros al interior del Estado Nacional, en diálogo con las y los actores del mundo del trabajo. Es ese el camino para la construcción de una sociedad más igualitaria para todos.
Los que deseen profundizar estos aspectos, pueden a acceder a www.argentina.gob.ar/sites/default/files/desigualdades_de_genero_en_el_mercado_de_trabajo_argentino_observatorio_srt.pdf
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