Dra. Susana García: “Estamos hablando de algo que afecta la vida de los niños, las familias y toda la sociedad”

Tras su aparición pública sobre este tema en el pasado mes de julio mediante una conferencia de prensa brindada a distintos medios periodísticos locales y regionales, García reiteró que la contaminación de plomo y otros metales pesados, producto de la explotación minera, es de muchas décadas.

San Antonio está teniendo este problema hace más de veinte años, lo cual se hizo muy evidente con los estudios que se realizaron en el año 2005, en ese momento se decía a los vecinos y a la Multisectorial de la Remediación del Plomo, que había que generar un programa que permitiera a la gente tomar conciencia. Dado que la comunidad iba a convivir con el plomo durante muchos años, según se desprendían de los primeros estudios.

Los profesionales de la salud desde entonces, incluida la destacada profesional, habían recomendado no realizar una remediación que implicara una modificación de los residuos hacia una celda, pese a la advertencia, se prefirió que había que trasladarlos, que había que limpiar el sitio, porque la ciudad estaba creciendo hacia esa zona y ya había gente que se estaba instalando en ese lugar. Más de 15 años de negociaciones, millones de dólares sin saber en qué se gastaron, con falta de información, acuerdos que no se cumplen, mentiras, desencuentros y respuestas que satisfagan y que sean tendientes a concluir una obra de saneamiento ambiental que de garantías a la salud pública de toda una ciudad amenazada. En esta entrevista, Susana García, expone diferentes apreciaciones sobre la necesidad imperiosa de solucionar este lastre para la salud de la población que vive en esta parte de la costa rionegrina.

PGM:- ¿Y cómo ve el proceso que se está dando en la actualidad?

SG:- Lo que hoy está viviendo San Antonio es una situación anticipada, dado que iba a llevar muchísimo tiempo levantar esos residuos: El problema que existe hoy es que está por vencerse el plazo para utilizar los recursos que el Banco Interamericano de Desarrollo había puesto a disposición para la remediación, recordemos que esto fue un fondo obtenido del BID en el marco de un proyecto para realizar una minería más sustentable, y en ese contexto, se iban a remediar tres sitios contaminados por las actividades derivadas de la minería, porque estos son residuos de fundición, o sea de una actividad industrial asociada al sector minero, pero en el momento en el que surgió este fondo para remediar, sentimos que fue emblemático para marcar un punto de lo que sucedía con la minería en el país.

PGM: ¿Cómo afectó y cómo está afectando a la salud de la comunidad la contaminación por el plomo a San Antonio?

SG: La contaminación por plomo en los niveles que suelen ocurrir cuando el afluente de contaminación es de tipo ambiental, es un motivo de preocupación para la salud pública por el daño que produce en el desarrollo de los niños. Uno lo sabe porque está ampliamente demostrado en el mundo, que niveles de plomo mínimos de los permitidos, implica una desventaja de su capacidad cognitiva, de su capacidad de desarrollo intelectual con respecto a otros niños que tengan cero. Nosotros cuando hicimos el estudio en el año 2005 nos encontramos con que habían niños con niveles de plomo en la sangre muy superiores a lo establecidos. Como el plomo no cumple ninguna función en nuestro organismo, a diferencia del zinc, el cobre o el cromo inclusive, que son sustancias esenciales para nuestro cuerpo , porque tenemos parte de nuestro cuerpo que necesitan un poquito de zinc, de cromo o de cobre, nuestro cuerpo no necesita nada de plomo, y cuando tiene plomo nuestro cuerpo, este se confunde y mete el plomo donde tiene que estar el calcio, mete el plomo donde tiene que tener el hierro, entonces empiezan a fallar los sistemas porque ahora en vez de tener calcio o hierro en lugares esenciales tienen al plomo en ese lugar, alterando el funcionamiento normal de nuestro cuerpo. De hecho en concentraciones muy grandes, como puede tener personas que trabajan en malas condiciones, como podrían ser los recicladores de baterías, que por ahí se exponen a altos niveles de plomo podrían tener problemas serios como parálisis de nervios periféricos , alteraciones motrices, trastornos del sistema renal, hipertensión.

PGM:- ¿Esta situación a los niños/as les afecta de manera especial en su crecimiento?

SG:- Los niños a estos niveles de exposición, por más que no sean tan altos, se consideran intolerables porque esa cantidad de plomo está interfiriendo en el normal funcionamiento de su crecimiento, lo que va a producir aún cuando está dentro de la panza y cuando nace , o cuando es pequeño y tiene un alto contacto con el suelo, evitar que se lleven las manos a la boca , porque tienen las manos y las uñas con restos de suelo contaminado, con concentraciones muy bajas, los niños van a tener un menor desempeño escolar, problemas de conducta, violencia, todas alteraciones que están ligadas a esa mayor absorción del plomo. Esto expresarlo estadísticamente en un estudio es muy difícil, la información que existe internacionalmente en estudios realizado en miles de niños lo han demostrado que los niños mientras más plomo tienen en la sangre es más baja es su coeficiencia intelectual, pero es muy difícil demostrarlo en grupos pequeños. Una amiga de San Antonio tiene dos hijos que han hecho carreras universitarias brillantes, me dice que no son un buen ejemplo para lo que están pasando, pero piensa en lo que hubieran sido si no tuvieran plomo en la sangre y esto es lo que hay que evitar Muchos piensan en plomo, cáncer y muerte, pero no estamos hablando de eso, estamos hablando de algo que afecta la vida de los niños, la vida de las familias y de toda la sociedad.

PGM:- ¿Cada cuánto realizan los estudios y cómo están viendo los resultados?

SG:- Cuando participé de esto estaba trabajando en el Ministerio de Salud de la Nación y estaba encargada del programa nacional, y esto se hizo con la dirección de energía del ministerio de la provincia de Río Negro. El Ministerio de Salud de la Nación no volvió a participar de estas evaluaciones porque solamente lo hace cuando hay pedido del gobierno de la provincia. Personalmente, he formado parte y continué brindando colaboración, porque en un momento por ejemplo, el Hospital de San Antonio Oeste, consiguió un equipo especial para realizar estudios en sus instalaciones. Se que la provincia y las autoridades del hospital han continuado el seguimiento médico clínico y el estudio de salud de esta gente. Lo que he visto en los últimos resultados, que tienen cinco años, los niveles de plomo se han mantenido relativamente bajos, por lo menos los estudios que se hicieron, estoy hablando de muestras que se realizaron en la cátedra de Toxicología de la Universidad de Buenos Aires, en esa oportunidad también se vio arsénico en orina, porque recordemos que la contaminación es polimetálica, es por un conjunto de metales, los residuos de fundición nunca tienen un solo metal; si hay plomo también hay zinc y otros metales que están asociados. En su momento se encontraron todos los metales. Les dio arsénico, no tan alto como en el 2005, pero el 20 o 30% de la población seguían teniendo valores por encima de lo normal. Tengo entendido que quedaron alta contaminación con zinc y residuos importantes de contaminación de plomo en algunas de las calles; están tratando que la Secretaría de Minería de la Nación realice un nuevo estudio para saber cuál es la cantidad de residuos que hay que disponer en una nueva celda o en algún lugar al que se le dé una disposición adecuada.

PGM:- ¿Qué mensaje le gustaría dejar para quienes viven en San Antonio y están preocupados por la situación que están viviendo en la localidad?

SG:- Voy a decir lo mismo que dije cuando terminamos el estudio en el año 2005, mientras se consigue que se le dé un destino adecuado a los residuos, el problema que implica la contaminación con estos metales se resuelve con el autocuidado, la última vez que estuve en San Antonio recorrí casas y veía que las personas salían y cruzaban removiendo los residuos y con los zapatos sucios entraban a las casas, y los niños salían y jugaban. Me parece que si hay algo que se consiguió es gracias a la conciencia de los maestros, los padres, tratando de cambiar conductas que permitiera que los chicos no se expusieran al suelo contaminado, y sigo insistiendo que mientras no haya otras medidas de infraestructura que resuelvan el problema, hay que seguir apelando al auto cuidado, a que los niños se laven las manos constantemente, hoy por la pandemia y la conciencia tomada por el COVID esto quizás no haya que repetirlo tanto, porque la conducta del lavado de manos, higiene y desinfección, también ayuda a detener la contaminación con estos agentes tóxicos que no son virus. Me parece que hay que tratar de sostener esto, que es realmente lo que las personas pueden hacer, mientras los que gobiernan y gestionan tratan de lograr las mejores soluciones.

Por Eduardo Fleming