Transcurridos diecisiete años del anuncio dado en San Fernando de Catamarca, allá por abril del año 2004 en el hotel Turismo de la capital provincial, ahora sí, confirman que el Proyecto Agua Rica se hará. Una ansiada noticia.
Transcurridos diecisiete años del anuncio dado en San Fernando de Catamarca, en abril de 2004 en el hotel Turismo de la capital provincial, ahora en el inicio de este 2021, las empresas mineras anunciaron formalmente la constitución del Proyecto Integrado Minera Agua Rica Alumbrera (MARA), quienes explotarán el yacimiento Agua Rica con la infraestructura existente actualmente en Minera Alumbrera, ubicada en la zona que se denomina “bajo de la Alumbrera” y que estuviera en producción de cobre, molibdeno y oro, desde el año 1997 hasta el 2017.
La denominación “MARA” se gesta de una fusión entre empresas y es operada por la compañía canadiense Yamana Gold Inc., con una participación del 56,25%. Mientras que las mineras Glencore International AG y Newmont Corporation mantienen el resto de la participación accionaria con el 25% y el 18,75% respectivamente. Ahora, MARA es una sociedad controladora de Minera Agua Rica LLC Sucursal Argentina y Minera Alumbrera Limited.
Empresas, gobierno provincial y municipalidades, junto a las diferentes comunidades que se relacionan con el yacimiento en forma directa, están abocados a que se culminen los procesos técnicos de la factibilidad definitiva a los efectos de ser puesto en valor. Una enorme ventaja para su futura explotación, es sin duda la posibilidad cierta de anexar las estructuras operativas y productivas del yacimiento en el Bajo de la Alumbrera que permitieron la extracción de minerales hasta hace poco tiempo.
Las instalaciones de Alumbrera, que desde su parate se mantuvieron bajo un estricto cuidado y mantenimiento, permiten que se avance en forma contundente en el diseño de un proyecto minero de vanguardia a nivel mundial, el cual aguardan “reutilizar, optimizar e integrar para desarrollar, reduciendo significativamente la huella ambiental”.
MARA, producirá cobre, molibdeno, oro y plata, minerales de uso diario y elementales para el desarrollo de la electromovilidad y la generación de energía sustentable, estará diseñado y responderá a un modelo sustentable de minería eficiente, con enfoque en el cuidado ambiental, el control participativo de la comunidad en el avance del proyecto a través de la participación en un seguimiento transparente y periódico, el desarrollo de proveedores locales, y la contratación y capacitación de mano de obra local.
Sin duda que estas apreciaciones se desprenden de las importantes enseñanzas dejadas por las dos décadas de funcionamiento continuo que dejó MA, una de las pocas empresas que operaron en el país con comprobables aportes al desarrollo sustentable, una verdadera incidencia económica en las zonas aledañas al yacimiento y un vigoroso desarrollo de proveedores.
Es decir, que las enseñanzas que desde fines de los años noventa y principios del nuevo siglo, fueron la nave insignia de los conceptos que aseguraban la llegada al país de la tan mentada “nueva minería”. Esta modalidad trajo una nueva cultura de la relación entre minería y sociedad, como así también la promoción de profesionales argentinos para que desempeñen tareas de mando ejecutivo en los diferentes estratos.
Todo hace presumir que los superadores sobre sustentabilidad, beneficios económicos e incidencia socio cultural, en esta instancia tendrán roles sustanciales para consolidar esta nueva oportunidad de inversiones genuinas y generación de nuevas oportunidades mediante miles y miles de puestos de trabajo.
Desde Mara afirman que, con el fin de contribuir de manera significativa y sustentable al desarrollo local, “estamos trabajando en diversas iniciativas sociales en el ámbito de la educación, la salud, la alimentación, y la producción de bienes y servicios”, una huella exitosa que marcó MA mediante el desempeño de sus socios que multiplicaron conceptos y aprendizajes en las regiones de Cuyo y Patagonia, donde poseen yacimientos de alto impactos socioeconómicos.
Así lo señala la misma Mara al expresar que “Además de la experiencia recogida por Minera Agua Rica LLC Sucursal Argentina y Minera Alumbrera Limited, en los últimos tiempos se han llevado a cabo sesiones de diálogo con la comunidad y con autoridades del ámbito local y provincial para entender a fondo las necesidades y preocupaciones de todos los distintos grupos de la sociedad catamarqueña en relación al impacto económico, social y ambiental de la minería. Sobre esta base se está desarrollando el modelo de participación comunitaria” del Proyecto Integrado MARA.
Más allá de lo que expresa la empresa con anhelos y expectativas, el bagaje de conocimientos y experiencias acumuladas permite ser optimistas de estar ante un nuevo modelo de producción minera. Esta apreciación se fundamenta en que tanto gerentes como técnicos y profesionales poseen trayectoria “criolla”, formadas en las diferentes especialidades de las importantes universidades nacionales que han suministrado formación a cientos de egresados que se relacionaron, en forma directa e indirecta con el sector minero argentino. Como les gusta decir a los economistas, hoy existe “oferta en el mercado” para convocar profesionales en las diversas etapas de un yacimiento, algo impensado en los años noventa. Lo que es cimentado en las trascendencia que, muchos ejecutivos, se forjaron en las minas argentinas y por ello, ha reducido drásticamente la incorporación de extranjeros en las grillas directivas. “Ya existe masa crítica” señalan desde las universidades, un dato no menor. Muchos de los actuales técnicos han forjado su conocimiento en MA.
Una nueva oportunidad para Catamarca:
Al mismo tiempo cabe destacar que esta oportunidad que le ofrece la historia a Catamarca podría servir como puntapié inicial hacia definir un perfil minero propio. Antes MA, posteriormente a sus inicios, sirvió tardíamente para descubrir la importancia del desarrollo de proveedores locales. Antes que esto se consolide, nutrió las economías de Córdoba, Tucumán y Salta al demandar de estas provincias insumos y servicios. Luego, promediando el primer lustro del nuevo siglo, hubo un formidable desarrollo de proveedores locales que dieron impulsos a solidas Pymes que, relacionadas a la industria, comenzaron a prestar servicios fuera de Catamarca, empresas que aún se sostienen y son muy vigorosas.
En las perspectivas que se posee de Mara, este relato no sucederá. Esta convicción se sustenta en los aprendizajes señalados y en la lógica que la misma industria ha puesto sobre la necesidad de sustentar y motorizar las economías regionales. A mayores beneficios, reales y palpables, habrá sin duda un considerable aumento de la confianza social y un acompañamiento en exhibir una muy buena salud desde la licencia social.
Minería para Catamarca es un oxígeno para romper la dependencia con el Estado y las cuentas públicas, en desarrollo genuino sin dependencia de la trifásica del gobierno de turno y trabajo registrado, muy buenos contratos comerciales y multiplicación de beneficios para toda la zona.
También es cierto que gobierno y Estado sólo deben cumplir dos específicas funciones: controlar y recaudar impuestos. Y la sociedad forjar que esta se mantenga siempre alejada del negocio en sí. Ya que los antecedentes hablan que durante los últimos 20 años la exitosa empresa Yacimientos Agua de Dionisio, YMAD, que recaudó millonarias sumas en dólares por la explotación de Minera Alumbrera, nunca rindió cuenta de los más de mil doscientos millones de dólares que recaudó como socia de MA al obtener un 20 % de sus ganancias mientras estuvo en producción. Si bien es cierto que nunca es tarde para demostrar cómo, cuánto y a dónde fueron a parar esos dinerillos; la sociedad de Catamarca debería tomar recursos por ello y poner los ojos, oídos y vigilancia para saber que se hacen con los recursos generados por la minería y que van en forma de dividendos y no impuestos a las arcas del Estado.
Tras estas recomendaciones, es importante resaltar este nuevo panorama que ofrece las expectativas sobre MARA. Una nueva oportunidad para Catamarca y para el país. A no desaprovecharlas.
Claudio Agustín Gutiérrez
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