ARGENTINA | 21 de Noviembre de 2024
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21 de Noviembre de 2024
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Los despachos de cemento se mantienen firmes y 2021 apunta a seguir creciendo

No les va tan mal a las empresas cementeras pese a la crisis económica y la permanente presencia de la pandemia por el coronavirus.

Los despachos siguen con un ritmo sostenido, aumentando paulatinamente y si bien los saltos en los porcentajes no son grandes, sí marcan que el cemento se vende y mucho.

En el centro de la provincia de Buenos Aires se encuentran dos empresas que marcan cierto liderazgo en el rubro. Cementos Avellaneda y Loma Negra (con sus dos plantas, una en la Villa Alfredo Fortabat y L´Amalí, mientras sigue con la construcción de una tercera) han registrado una venta que se mantiene firme.


Si tenemos en cuenta la cantidad de toneladas que vendieron en mayo de 2020 y en mayo de 2021, los números reflejan ese crecimiento –al menos mantenimiento sustancial- que permiten tener ingresos millonarios. Por ejemplo, Cementos Avellaneda vendió 117.000 toneladas en mayo del año pasado, en tanto que Loma Negra vendió 96.000, producto que fue sacado de sus fábricas en camiones.

En tanto que en mayo de 2021 los números fueron estos: Loma Negra vendió 111.500 toneladas que fueron trasladadas en camiones desde la fábrica hacia distintos puntos de venta del país (como se ve, el aumento fue notorio), y a eso hay que agregarle lo que expendió desde la planta L´Amalí, ya que 116.500 viajaron en vagones (que traslada a través de Ferrosur, precisamente una de las empresas que tiene Camargo Correa) y 52.500 fueron en camiones. Sin datos precisos de Cementos Avellaneda, igual no hace falta para ver que el crecimiento fue muy grande.


A partir de julio de 2021 los números pueden llegar a dispararse todavía más. Con la decisión del gobierno de darle lugar al programa de construcción Procrear, todo hace suponer que la venta de cemento continuará su camino ascendente. Con crisis económica mediante, el crecimiento está asegurado más allá de que durante la pandemia –vale reconocerlo- muchísimos argentinos invirtieron el dinero que tenían guardado para viajar en refaccionar sus casas o directamente construir (desde piletas de natación a agregarle habitaciones a sus viviendas).

Para tener una idea, en apenas tres meses (desde diciembre de 2020 a febrero inclusive de 2021) en Olavarría solamente, punto que es epicentro del cemento en la provincia de Buenos Aires, se construyeron nada menos que 400 piletas de natación.

Un dato preciso dado a conocer por el Colegio de Arquitectos, nada menos, y eso que a esa cifra hay que agregarle aquellas que no fueron declaradas. Si se estiman en 600 o 700 o 800 piletas, no sería ninguna exageración.

En 2020 los números fueron parejos en cuanto al expendio del cemento, tanto en Cementos Avellaneda como en Loma Negra, con cierto ascenso por supuesto: en junio se vendieron 377 mil toneladas entre ambas empresas; en julio fueron 420.000; en agosto 457 mil; en septiembre 471 mil; en octubre 441 mil; en noviembre 479 mil y en diciembre solamente desde Loma Negra salieron 246 mil toneladas, por lo que si se tiene en cuenta que Cementos Avellaneda venía con un promedio de 160 mil toneladas mensuales, los números no son para despreciar.


En enero 2021 fue una cifra similar, en febrero trepó a 477 mil toneladas vendidas en el mes y en marzo 462 mil; en abril fueron 457.500 y en mayo otro tanto, de modo que las cantidades se mantienen firmes.

Aunque con una diferencia que no hay que dejar de resaltar: la bolsa de cemento, hoy día, tiene un valor de 750 (la de Cementos Avellaneda) y 800 pesos (Loma Negra), cuando en diciembre de 2020, hace seis meses nada más, para comprarla en un corralón de materiales había que poner 580,04 pesos en el mostrador, en efectivo por supuesto. Es decir, el costo en medio año subió un 38 por ciento al consumidor final.


Según la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland (AFCP) el crecimiento interanual en abril fue del 134,6 por ciento y para 2021 esperaba un nuevo crecimiento en las ventas del 14 por ciento, para alcanzar las 11,2 millones de toneladas vendidas entre Loma Negra, Holcim, Cementos Avellaneda y PCR. Con el crecimiento de la obra privada (que es el deseo de todos, porque permite que haya “movimiento” en más de treinta rubros relacionados con la construcción) y de la obra pública (la construcción de autovías y autopistas, más algunas rutas, es lo que se espera del gobierno de Alberto Fernández), el crecimiento puede ser mayor. Lejos está la actualidad cementera del cachetazo que recibió en 2018, de modo que las empresas no deberían quejarse porque lo que ingresan a sus arcas son cifras que nunca dejan de crecer.

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