BUENOS AIRES
El largo camino del centro de medicina nuclear que sobrevivió al macrismo
Un proyecto único en el hemisferio sur para tratamiento del cáncer casi naufraga en la gestión de Mauricio Macri.
Lo rescataron la CNEA, la UBA y el Hospital Roffo. En esta nota la periodista Gabriela Caride refleja esta información publicada días pasados por “Letra P”
En las próximas semanas, el presidente Alberto Fernández visitará un proyecto científico único en el hemisferio sur por su relevancia médica de avanzada y por la formación local de recursos humanos. Se trata del centro pionero de terapia con protones contra el cáncer, que estará ubicado en la esquina porteña de las avenidas Nazca y San Martín, y que debió atravesar los intentos de boicot desplegados durante la gestión de Cambiemos para frenar la finalización de la compra y llegada del equipamiento al país.
La radioterapia con protones es una tecnología que por el momento solo está disponible en Estados Unidos, Europa y Asia. Permite tratar muy eficazmente muchos tipos de cáncer, apuntando directo al tumor, casi sin dañar los tejidos aledaños. Pronto estará al alcance de todos en la Argentina, pero el camino no fue sencillo.
Para Alberto Lamagna, vicepresidente de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), la llegada al país de este equipo sella una nueva etapa del proyecto, quizá la más importante, ya que durante la presidencia de Mauricio Macri el entonces Subsecretario de Energía Nuclear, Julián Gadano, intentó venderlo o devolverlo, antes de que pudiera ser trasladado a nuestro país desde Bélgica.
Lamagna recuerda cuando los alertaron de esta insólita situación. Era imposible desmantelar la operación sin que eso implicara un costo adicional y punitorios por incumplimiento del contrato porque, además, “el contrato era con INVAP, y la CNEA le había transferido los fondos a tal fin en 2015”.
“Incluso me han enviado empresarios de la medicina nuclear bien intencionados para que yo les vendiera el equipo.
Entonces, tuve que agarrar un pizarrón y explicarles el plan de energía nuclear. Y se miraban indignados por cómo habían sido embaucados por el funcionario del gobierno macrista”, recordó.
“¿Cómo desarmamos esta operación? Haciendo el Primer Workshop Argentino de Protonterapia en junio de 2019, en el que los más prestigiosos investigadores a nivel internacional firmaron una carta de apoyo al proyecto, y se la enviaron a Marcos Peña, entonces jefe de gabinete de ministros”.
El equipo de protonterapia arribó finalmente a la Argentina el pasado 29 de abril y fue trasladado en más de 30 contenedores hasta la sede de Nazca y San Martín, donde se está construyendo el polo científico oncológico del cual participan la CNEA, la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA) y el Hospital de oncología Ángel Roffo.
“Gran parte de la construcción del Centro de investigación ya está en marcha. Nada fue fácil. Primero, traer los equipos, que estuvieron varados en Bélgica por muchos años. Luego, conseguir la habilitación ambiental por parte del Gobierno de la Ciudad, que se demoró casi durante dos años”, dijo Lamagna en diálogo con Letra P.
La construcción del Centro Argentino de Protonterapia en un terreno cedido por la UBA podría estar lista a principios de 2023. Será el primero del país y de América Latina y estará dedicado a la investigación y el tratamiento de tumores de difícil acceso y/o pediátricos. Tendrá una superficie de 7.800 m2 y albergará la instalación del equipo de protonterapia, dos salas de tratamiento, una sala de experimentación para fines de investigación, y salas de rayos convencionales, entre otras.
El recurso humano profesional está siendo formado por el Hospital Roffo, que lleva 28 años capacitando especialistas en oncología y radioterapia.
“Tenemos médicos argentinos dirigiendo centros de protonterapia en Estados Unidos y Europa, que han facilitado que especialistas argentinos puedan conocer desde adentro el funcionamiento de estos equipos. Y toda esa experiencia será trasladada a este polo científico. Incluso ellos quieren regresar al país, lo que es maravilloso”, explicó Pablo Menéndez, director del área de Terapia Radiante del Instituto de Oncología Ángel Roffo.
“Para nosotros es un inmenso orgullo estar participando y acompañando este proyecto teniendo en cuenta que, en la actualidad, el mundo cuenta con solo 107 centros de estas características y hay 37 en construcción, uno de ellos el nuestro”, concluyó Menéndez.
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