ARGENTINA | 03 de Mayo de 2024
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03 de Mayo de 2024
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El mundo cobre: La Argentina para captar inversores necesita seguridad jurídica y seriedad institucional

Algunos piensan que, esa demanda mundial, sería la oportunidad para el proyecto JoseMaría. Que, sin dudas, es de un potencial infinito y que satisfacería ampliamente a las necesidades de este rubro y por consecuencia a nuestra nación. Sin embargo, todo indicaría, que pese a los discursos de empresarios y gobernantes argentinos, se estaría muy lejos de una instancia favorable. Lo cierto es que lo deseos se estrellan con la realidad jurídica y económica del país.



Nuestro país se apresta a perder un nuevo proceso de desarrollo industrial de la mano del cobre. El mundo necesita este mineral. A pesar de las potencialidades geológicas, el país no da garantías a los inversores. Ley de Glaciares, seguridad jurídica y libre disponibilidad de las divisas, entre otros temas, son más que imprescindibles para que lleguen los dólares, el resto, es “sanata”

Según un artículo desarrollado por World Energy Trade, la industria del cobre podría alcanzar un déficit de suministro anual de 4,7 millones de toneladas métricas para 2030 a medida que despeguen los sectores de energía limpia y transporte, según estimaciones de CRU Group.

El posible déficit podría alcanzar los 10 millones de toneladas si no se construyen nuevas minas en el mundo, así lo hizo saber púbicamente el comerciante de materias primas Trafigura Group. A los efectos de cerrar tal brecha requeriría construir el equivalente a ocho proyectos del tamaño del gigante Escondida de BHP Group en Chile, la mina de cobre más grande del mundo.

Utilizado en todo, desde cableado y tuberías hasta baterías y motores, el cobre es un referente económico y un ingrediente clave en el impulso hacia la energía renovable y los vehículos eléctricos.

Si los productores no logran abordar el déficit, los precios seguirán subiendo y presentarán un desafío para la administración Biden y otros líderes mundiales que cuentan con una transición energética mundial para combatir el cambio climático.

¿Oportunidad para Argentina?
Como sucede en forma cíclica, las oportunidades del cobre aparecen en forma periódica y en Argentina, tras el cierre del Minera Alumbrera, la producción de cobre en nuestro país es nula.

Algunos piensan que, esa demanda mundial, sería la oportunidad para el proyecto JoseMaría. Que, sin dudas, es de un potencial infinito y que satisfacería ampliamente a las necesidades de este rubro y por consecuencia a nuestra nación. Sin embargo, todo indicaría, que pese a los discursos de empresarios y gobernantes argentinos, se estaría muy lejos de una instancia favorable.
Lo cierto es que lo deseos se estrellan con la realidad jurídica y económica del país.

Si Argentina no mete mano a la instrumentación de la Ley de Glaciares, “son pocas chances de desarrollar proyectos de la gran minería dentro de la Cordillera de Los Andes” le señaló a PGM un destacado abogado del sector minero argentino.

La misma fuente amplió sus conceptos y se lamentó “perder esta oportunidad histórica que presenta el mundo ante la falta de cobre y otros minerales debido a la falta de gestión que ponga claridad en la seguridad jurídica que demandas las inversiones extraordinarias que moviliza la minería”. Agregando que “a la instrumentación de la Ley de Glaciares se le debe agregar que cuestiones macro como el precio del dólar y la libre disponibilidad de divisas que sostiene el gobierno de Alberto Fernández excluye al país de la preferencia de los inversores”.

Este último análisis entra en discordancia con algunas apreciaciones de gobernantes y funcionarios que desde hace varios meses anuncian de la llegada de inversores. Un capitalista genuino como el minero, ¿podría ingresar al país una suma de miles de millones de dólares a un dólar oficial de 95 pesos cuando en el mercado ese mismo billete posee un valor real de 150?

Nadie, en su sano juicio lo haría.

Salvo que se le ofrezcan garantías reales y especificas, las cueles deben ser avaladas por una estructura de poder política firme y contundente.

Un memorioso de la industria minera nacional recordaba que en el año 2003 para poder avanzar con la construcción del proyecto Veladero, el “prócer” de la minería nacional, José Luis Gioja, persuadió al presidente Néstor Kirchner para la constitución de una sólida política de Estado. Algo que sucedió.
Es cierto que la secretaría de Minería no facilitaba las cosas en esa época, pero aún así, el crecimiento de la industria fue real, elocuente y transformador.

El cobre hoy en el mundo:

Los precios más altos del cobre pueden conducir a un mayor reciclaje y sustitución por alternativas más baratas como el aluminio, lo que podría aliviar los déficits.

Sin duda, los proyectos de cobre están en trámite. ¿Pero los productores desconfían de repetir errores de exceso de oferta de ciclos pasados? al acelerar los planes en un momento en que las minas se están volviendo mucho más complicadas y caras de construir, una de las razones por las que los precios del cobre están cerca de los máximos de una década por encima de los 4 dólares la libra.

Se están desarrollando nuevos proyectos que pueden aliviar los déficits de cobre entre los años 2022 y 2025, según los analistas de BI. Pero la Argentina está muy lejos de estas estimaciones y como ocurre con este mineral, se seguirá viendo de lejos las exportaciones.

No obstante, todos los ojos están puestos en Indonesia este año, donde Freeport-McMoRan Inc. está desarrollando su mina subterránea en Grasberg. La aceleración, que ha sido más lenta de lo esperado, se realizará a finales de año, lo que aliviará los suministros mundiales que se han visto interrumpidos por la pandemia. Detrás de Grasberg está el proyecto Kamoa-Kakula en la República Democrática del Congo. Está programado para entrar en línea en julio.

Los observadores aseguran que una parte del nuevo suministro de la próxima década podría provenir del depósito de RekoDiq en Pakistán, que ha estado plagado de incertidumbres políticas y legales, así como de Tampakan en Filipinas.

Las empresas tienen que involucrar a las comunidades y los gobiernos mucho antes en el desarrollo del proyecto en estos días, dada la creciente conciencia y expectativas sociales y ambientales. En parte como resultado, el tiempo de espera promedio desde el primer descubrimiento hasta el primer metal ha aumentado en cuatro años desde los ciclos anteriores a casi 14 años, según BI.

Lejos, muy lejos de los hechos, se encuentra en potencial cobre argentino. La realidad mata “sanata”, pueden crear micro climas pero los conocedores saben muy bien que esto posee vuelo muy corto. Sirve para generar ambiente electoralista, pero, como sucede en San Juan, por citar un ejemplo, la realidad del desarrollo minero metalífero depende, de Veladero y Gualcamayo. Casualmente dos yacimientos que fueron la estrella que guió el despegue de la economía sanjuanina en el año 2003 y que sigue aun siendo una realidad.
Por más fuegos de artificio, insinuaciones, clima festivo y de constante marketing de prosperidad, los números y almanaques no le sirven al actual gobernador, Sergio Uñac, para cortar la cinta de un nuevo yacimiento de escala mundial. Si, si se pone a profundizar, logre armar una nueva cadena de Pymes mineras que sí pueden ser parte de una nueva historia para la minería de la región del Gran Cuyo.
Para logar inversiones hay que cambiar. Son cuestiones de la macro economía. Del sistema cambiario argentino y de leyes prohibitivas que no sólo se encuentran en Chubut, Córdoba y Mendoza.
Un consejo para los sellos de goma imperantes en el gobierno, arremangarse y trabajar.

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