Por Agustín Cantú (Especial para Prensa GeoMinera)
Las noticias nos llegan desde la vecina provincia de Chubut y ya dan señales que nuevamente, en menos de diez años, (el anterior fue en el año 2012 y los mismos mineros lo combatieron) el proyecto legislativo que pretende habilitar la minería no sólo se encuentra en terapia intensiva, sino que existen legisladores que gestionan parte de sus órganos, los que pueden servir, para ponerlos en sus respectivos “curriculum vitae” con vistas a las elecciones de mediano término y posteriormente las generales del año 2023.
Pero nadie advierte que, de enterrarse definitivamente la posibilidad de desarrollar la minería en la Meseta Central, los anti mineros regionales, organizados y movilizados desde la Iglesia Católica, arribarán a la zona rionegrina de Ingeniero Jacobacci para no dejar concretar el proyecto minero denominado Calcatreu.
A diferencia de lo sucedido en el año 2006, previo a la sanción de la ley prohibitiva bajo la tutela del ex gobernador Miguel Saiz, ahora la comparsa antiminera no llega a la principal localidad de la Línea Sur proveniente de otras comunidades aledañas, especialmente de Esquel y Bariloche, ahora la base de operaciones se encuentra en la estructura de la parroquia católica. Desde donde su vocero es el presbítero Mario Bussolo quien además cuenta con el apoyo permanente del obispo Juan José Chaparro y la comisión de Pastoral Social de este distrito eclesiástico.
Sin mucha parafernalia pública y visible, desde las reuniones virtuales, cada vez más frecuentes, se tejen estrategias de amplia difusión entre quienes se inclinan por el no desarrollo minero en esta zona de la provincia. Ahora, empujados por los aires victoriosos que esgrimen en las redes sociales los integrantes del “No a la Mina” que si bien no están estructurados detrás de una organización visible y homogénea, nunca han dejado de permanecer activos y, en los últimos meses, muy intensos para hacer difundir el “inminente fracaso” de la minería y el gobierno chubutense.
Instituto Patria “manténganse atentos e inexpresivos”
La política nacional que nuclea a los “cristinistas” recibieron en Río Negro el mismo mensaje dado a las bases en Chubut de “no hacer declaraciones en público”. Esta contundente bajada de línea provino del senador nacional Oscar Parrilli en Chubut. La misma orden, de estricto acatamiento, fue la que mantuvo al margen a los adherentes al Kirchnerismo puro, durante el caos experimentado ante los intentos de tratamiento legislativo de la “ley de Panamerican Silver” para habilitar la industria en la Meseta Central; la estrategia es ahora sostener esa misma modalidad en Río Negro.
Como si fuera poco, la noticia de la asunción de Martín Soria en el Ministerio de Justicia de la Nación fue otro ingrediente contrario a la industria. A diferencia de su padre, el asesinado ex gobernador Carlos Soria, los hijos Martín y María Emilia, guardan serios cuestionamientos, no por la industria en sí, sino por las preferencias que los representantes de ésta mantuvieron en las elecciones gubernamentales de 2019. En aquellos años los candidatos Martín Soria y Magdalena Odarda ratificaron que con ellos no habría explotación de oro, uranio y plata. “Rechazamos toda minería contaminante, actividad que si promueven en Jacobacci a través de proyectos como Calcatreu, Bajo Santa Rosa y otros”, expresaron oportunamente los candidatos del Frente para la Victoria (FpV). Martín, sigue pensando lo mismo en estos días de ministro influyente.
Dicho esto, tampoco ayuda mucho las lamentables apreciaciones del secretario de Minería de la Nación en su paso por la ciudad costera de San Antonio Oeste al referirse a la no solución de la contaminación de plomo y otros metales pesados que padece desde hace cincuenta años esta comunidad. Alberto Hensel minimizó, en forma preocupante, la situación detestable de la contaminación de suelos y aire, sosteniendo que eso fue por causa “de la fundición de los metales” y no por la explotación minera. Intentando, de esa manera, despegar a la industria minera, de los efectos que ocasionan si no son controlados. Esta posición oficial provocó resquemores y más preocupación en las autoridades regionales, especialmente a los jefes comunales de la Línea Sur, que prefieren “postergación y pobreza” antes que “caos ambiental y muerte”, cómo sufrió San Antonio Oeste.
Como si fuera poco lo de Chubut, las expresiones del funcionario nacional despertaron mucha desconfianza y desde diferentes medios periodísticos se alertó de esta nueva postura que esgrimen las autoridades nacionales ante la cómplice, tibia y decepcionante mirada de los funcionarios rionegrinos. Un destacado periodista regional que lidera medios especializados calificó de “incongruentes” esas afirmaciones. Agregando a sus dichos que la posición de Hensel “es como la de mantener a un piromaníaco dentro de una fuerza de bomberos”. En conclusión, en lugar de traer claridad, sus dichos trajeron más dudas sobre la minería.
Calcatreu, una esperanza
A favor se puede sentenciar que, la minera nacional Patagonia Gold, perteneciente al grupo de empresas de Carlos Miguens, propietaria de Calcatreu, hoy cuenta con el apoyo de la gobernadora, Arabela Contreras y del intendente de Jacobacci, Carlos Toro. No obstante, todos comprendemos que, la política es cambiante y ante el clamor de algunos tambores en la vía pública, lo sostenido ayer puede mutar 180 grados, y convertirse en portavoces de las críticas y oposiciones antes defendidas.
A la mina de oro y plata, ubicada en la reserva Mapuche de Lipetrén, sus posibilidades geológicas poseen atractivo y proyección. En cambio, con los sucesos de Chubut, parte de la sociedad comienza a mirar como los anti desarrollo invaden y traspalan experiencias foráneas de conceptos antimineros. Así ganan terreno mediante conceptos errados e ideológicos que impiden arribar al ciudadano común a certezas.
Estos grupos, con medias verdades, sólo generan dudas y a todo esto, cuentan con la complicidad de la política personificada en sus principales exponentes, quienes, como todos perciben, no ofrecen garantías. Mientras esto sucede, la postergación, la pobreza y la exclusión le destruyen esperanzas a una sociedad que necesita nuevas oportunidades.
Estamos en Argentina, y en Río Negro no es muy diferente.