ARGENTINA | 21 de Noviembre de 2024
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21 de Noviembre de 2024
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CHUBUT

La zonificación se trataría el 16 de marzo La interna del PJ tendría en su poder el “sí o el no” a la minería


En los últimos días, en Chubut, dicen que el gobierno de Mariano Arcioni, el próximo 16 de marzo insistirá nuevamente con el tratamiento del proyecto de Zonificación Minera, conocida también como la “Ley Navidad”.


Una iniciativa que posee una apuesta política sin precedentes en el país, donde no sólo se pone en juego el permiso para que una empresa ponga en marcha un proyecto minero, es una prueba de fuego para desalentar el quiebre social, político y cultural que aparecen en escena.
También en necesario resaltar que, pese a las advertencias, los consejos o las previsiones que deberían encuadrar este tratamiento legislativo, el gobernador busca su objetivo, para lo cual, sólo necesita 14 de los votos de los legisladores, a cualquier precio.
En una provincia convulsionada por una profunda crisis económica, social, política, cultural, religiosa y de representación, la minería se convirtió en el campo de batalla donde dirimir internas partidarias. Aparecen en escena legisladores acusados de coimeros; traiciones; abandonos; ausencias y fraccionamientos políticos e intereses de toda índole. Aquí, con el pretexto de la “industria sí o no”, aparecen las mezquindades de mezclar los verdaderos ejes de discusión, con un ingrediente, se efectúa ante la atenta mirada de la opinión pública.
Los justicialistas, seudo peronistas, casi compañeros y derivados de distintos procesos in vitro del gobierno provincial, están exponiendo diferencias sin que exista alguien o algo que los unifique o que logre que sus profundas diferencias sean dirimidas puertas adentro. Esto, sin lugar a dudas, es el primer escollo que enfrenta esta ley y a la vez, la normalización de un gobierno que recurre a manotazos de ahogado ante su incapacidad de gobernar en forma fehaciente y coherente.
El presidente Alberto Fernández reunió en el pasado mes de enero en Buenos Aires a quienes se disputan el argumento de ser o no los peronistas o justicialistas de Chubut. Quizás el error esté en querer especificar que las diferencias entre los dirigentes Carlos Linares (Pte. del PJ); Juan Pablo Luque (Intendente de Comodoro) y Arcioni, es la minería. En estas discrepancias estarían ocultos otros intereses y en el peor de los casos, de quienes se quedaron afuera del poder de turno. La minería es sólo una arista de una larga lista de desacuerdos que sucumben al PJ en esta jurisdicción.
Pero… la minería se convirtió en el actor principal de esta novela. Como sucedió en Esquel en marzo del 2003, esta industria divide a la sociedad. Principalmente por una dirigencia política y social caduca en sus conceptos básicos y muy apartada del sentido común. A lo que se le debe sumar la complicidad de una industria que posee mala praxis de relacionamiento social y quieren convencer a la sociedad que es “mala prensa”. Olvidándose que se está ante una provincia quebrada, hoy sin destino. Pero que se alía a quienes exhiben intereses comerciales por el desarrollo minero, intentando que este sea un paliativo a la crisis general que padece esta jurisdicción patagónica.
Quizás, en los días que restan antes de una posible y nueva intentona de convertir en ley el proyecto, se sepa a las claras que la llegada de un proyecto puede ser un alivio, pero jamás la solución a los padecimientos que soporta la sociedad de esta zona de la Patagonia.
La minería es lícita y siempre se sometió en Chubut a las presiones que realizan sectores económicos y políticos. No se entiende cómo no se permite que, aún zonificando, los sectores antimineros no dejen de forzar, cada vez con más violencia, a legisladores que sí desean darles la chance a los habitantes de la Meseta Central de alcanzar nuevas metas de desarrollo económico y nuevas oportunidades.
Es cierto también, que la falta de seriedad y convicción de los sellos, que supuestamente representan a amplios sectores pro mineros, no ayudan en nada, todo lo contrario. En lugar de alentar el intercambio y ser factores de la búsqueda de consensos, éstos buscan compensar la balanza de aquellos que se oponen, olvidándose que en la amplia franja del medio hay muchos que desean ser esclarecidos y no partícipes de fanatismos.
Si bien desde Prensa GeoMinera se ha sido crítico ante la intervención directa de las autoridades de la iglesia, podemos deducir que en algunos aspectos el escrito, conocido la primera semana del mes de marzo, y elaborado por la Conferencia Episcopal Argentina, posee aspectos razonables. Este análisis se sostiene en los destacados faltazos a la mesa de aquellas entidades, como la Universidad Nacional de la Patagonia Austral, el CONICET y otras instituciones, que se mostraron ausentes del diálogo parcial que armó el gobierno provincial. Los funcionarios prefirieron, ampararse en los ruidosos comunicados de redes; de asociaciones de profesionales foráneas; gremio sin representatividad comprobada y falsos profetas. Además, nunca se contempló a los intereses, de los exponentes a favor y en algunos casos para quienes juegan. No obstante, si el objetivo era acumular sellos a favor, lo obtuvieron, pero aún, todo parece estar muy lejos de alcanzar los objetivos que se proponen.
Lo hecho fue un diálogo a medias o condicionado, y eso no es diálogo para establecer consensos. Los apuros poseen riesgos muy aleatorios. Y la que saldría más afectada en la industria minera.
La historia resalta y recuerda que no se debe renunciar a los postulados que esgrimen las bases y objetivos de las entidades que sí poseen representatividad genuina. Los fundamentos de una minería responsable, posible y transformadora, posee ejemplos en distintas provincias del país, de esa manera, poder mostrar ventajas y conductas del sector. Nada de eso se efectuó. Sólo palabras. Como diría Piero, “las cosas se cuentan solas, sólo hay que saber mirar”.
Por eso, en esa extensa listas de incoherencias que se esgrimieron en los últimos meses, en donde la bandera de del sí a la minería se haya basado en personas que, al asumir el cargo de Ministro de Hidrocarburos de Chubut, como Martín Cedrá, se hayan olvidado que el actual Presidente del Consejo Federal de Minería, se haya manifestado contrario a la minería diciendo que “es contaminante” (https://youtu.be/9QFlHP9EMBk). Como si fuera poco, en segundo lugar, uno de los artífices de la Ley anti minera de Córdoba, (LEY 9.526 sancionada en Córdoba el 24 de Septiembre de 2008) se desempeñó como asesor para este proyecto. Así lo expresó en público en noviembre pasado, el Secretario de Minería de La Rioja, Herman Huniken.
Esto es parte de la larga lista de errores que el sector no se puede permitir.
Queda de aquí en más que el gobernador pueda lograr quórum y votos que le permitan arribar a su propósito, y obtener la ley de zonificación. Si esto sucede se podrá hablar de un milagro, de esos que sólo puede gestarse dentro de la política provincial o nacional.
Mientras eso sucede, el “Sainete Chubut” busca su segundo capítulo.

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