En el contexto de la pandemia de COVID-19, el Centro Atómico Bariloche comenzó a elaborar una solución desinfectante y una fórmula de hidroalcohol aprobada por la OMS. Todos los productos cuentan con la autorización del Ministerio de Salud de Río Negro.
Un grupo de investigadores del Departamento de Caracterización de Materiales del Centro Atómico Bariloche de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) comenzó a producir alcohol en gel y solución desinfectante de hipoclorito de sodio diluido para ser distribuidos a instituciones públicas y organizaciones sociales de la ciudad de Bariloche.
Asimismo, se está produciendo una fórmula especial denominada hidroalcohol que está aprobada para su uso por la Organización Mundial de la Salud (OMS). “Este es un producto en base a alcohol etílico, peróxido de hidrógeno (agua oxigenada) y glicerina (u otro suavizante para evitar dañar la piel), pero no tiene contextura de gel”, explicó la doctora en Física Adriana Serquis, jefa del Departamento de Caracterización de Materiales de la CNEA.
El Hospital de Bariloche es una de las instituciones que está requiriendo este insumo considerado un eficaz sanitizante, en especial para ciertas tareas como la de los trabajadores que están yendo a los centros de salud para vacunar a la población de riesgo contra la gripe y la neumonía.
La Gerencia de Área Aplicaciones de la Tecnología Nuclear, que impulsa la iniciativa, tiene capacidad de producir hasta 50 litros de alcohol en gel por semana, pero por ahora se están produciendo 30, hasta que llegue una mayor cantidad de insumos y se pueda disponer de un recipiente principal adecuado de mayores dimensiones. Además, se están recibiendo pedidos de entre 30 y 40 litros de hidroalcohol y se están preparando kits con botellas recicladas de agua de 500 cc con un spray rociador como desinfectante de superficies y folletos explicativos para su uso.
Estos productos serán destinados –bajo autorización del Ministerio de Salud provincial– a instituciones y organismos de la ciudad de Bariloche, como la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia de Río Negro (SENAF); el Hospital Zonal y los centros de salud asociados; las guardias del Centro Atómico Bariloche; la Universidad del Comahue (que también contribuye en el proyecto con aportes); junto a merenderos y comedores, hogares de ancianos, escuelas de gestión social, entre otras instituciones que pudieran requerirlos.
Si bien muchos investigadores se ofrecieron como voluntarios, en la iniciativa trabajan cuatro personas divididas en grupos de dos para minimizar las salidas y movimientos en la ciudad en el marco del acatamiento riguroso del aislamiento obligatorio. En forma indirecta otras personas ayudan con la logística y las normativas.
Para llevar a cabo esta producción se debieron adaptar algunos espacios y recipientes para trabajar a una escala mayor que la que habitualmente se utilizan para procesos químicos mucho más complejos que lo que requiere esta elaboración, pero que están adaptados a las actividades habituales de investigación que lleva adelante el área de Caracterización de Materiales del Centro Atómico Bariloche.