Todo indica que Zapettini iría a la presidencia del SEGEMAR. Hubo salidas rápidas para Jerez, Gallino y Carolina del Valle entre otros funcionarios macristas. Controversias por la reaparición de Buyanoski en posibles acciones de la secretaría de Minería de la Nación. A esto se le suma Aníbal en Río Turbio
El Secretario de Minería de la Nación, Alberto Hensel, a la semana de haber asumido, lo hizo recién el pasado viernes 10 de enero, comenzó a pasar la escoba y remover, lo que en la jerga se denomina “rezago”, que estaba relacionado con la lamentable gestión de de sus antecesores, el ex “superastro” de la minería nacional, Daniel Meilán y la especialista en “residuos” Carolina Sánchez. Pero ojo, también recicló algunos personajes que pululan en el sector desde hace décadas y otros que no tanto.
La escoba utilizada recayó en un funcionario al cual no se le reconoce aporte alguno al desarrollo minero argentino, Daniel Jerez. El ex coequiper del sanjuanino y ex sub secretario Mario Capello, el cual pensó que seguiría usufructuando las mieles de retener un cargo y estar conectado a la generosa trifásica del Estado, el ex ministro de San Juan le bajó el dedo.
En este caso puntual, hay quienes aseguran que desde alguna empresa minera, que se nutría de sus datos estadísticos, le tirarían algún centro para subsistir. Lo cierto es que ya está afuera de la órbita estatal.
Pero no queda allí. Hay quienes desean que sea sometido a una investigación para saber cuál es el grado de “blanqueo” de su continuidad como docente en la Universidad de Córdoba mientras debía estar tiempo completo por su carga laboral en Buenos Aires al ejercer una dirección nacional. No descartan que se plantee un profundo estudio sobre traslados y tiempos de permanencia en Buenos Aires, lo que se denominan semana reducida, llegar el martes e irse el jueves.
Los denominados “técnicos de línea”, quienes son los que perduran en la burocracia a pesar de los cambios de gestionadores, hicieron conocer una larga lista de aparentes “irregularidades” en el manejo de sus días “de trabajo real” que comenzaron en diciembre de 2015 y se extendieron por 4 años.
A otro que le dieron el “olivo” fue al geólogo Luis Gallino. Otro amigo que llegó a la administración pública en enero de 2016 desempeñándose en alguna área técnica hasta el último recambio de gobierno. Según reza alguna información oficial del gobierno anterior, Gallino se desempeñaba como Coordinador del Programa de Financiamiento a las Pymes mineras.
No obstante, el experimentado profesional, siempre fue un hombre relacionado al sector, ahora se encuentra disfrutando de una merecida jubilación.
El plato fuerte de los despidos de Hensel fue para una de las funcionarias más denunciadas y criticadas en la gestión Meilan. Mientras hay quienes dicen que ya la echaron, otros hablan de clemencia por “razones humanitarias”. Es que la geóloga Carolina del Valle, que habría desplegado algunas súplicas para seguir en funciones, sólo habría obtenido un “par de meses”.
La lista de cuestionamientos hacia Carolina del Valle por mala praxis e incompatibilidades profesionales habrían sido algunas de las más contundentes causas que impulsaron las razones del porqué la quieren lejos de la función. Todo se sustentaría en sus lamentables acciones al frente del plan de remediación de la contaminación de plomo en la ciudad de San Antonio Oeste, provincia de Río Negro, antecedente calamitoso para su curriculum vitae.
Recordemos que ella trabajo en el plan de remediación que realizó URS, la empresa privada que en el año 2011 diseñó el método para sanear la pilas de plomo, uranio, cadmio, indio entre otros metales pesados. Oportunamente, Meilan al asumir en el año 2015, la sacó del ostracismo y la puso a cuidar y coordinar las acciones de una tarea que fue mal hecha, socialmente denunciada, y a su vez defenestrada por profesionales que siguieron de cerca la calificada “mala praxis” en la remediación en San Antonio Oeste. A todo esto se le sumaban las falacias y los incumplimientos contractuales primero, y judiciales después. Todos ejes estarían emparentados con la corrupción que en este tema, lleva más de 12 años y no distingue de colores partidarios en el gobierno. Aquí se gastaron 10 millones de dólares y no se finalizó. Los que saben, aseguran que ahora hay más contaminación que antes.
¿Zapettini al SEGEMAR?
El geólogo Eduardo Zapettini espera ansioso por estas horas el decreto presidencial para su nuevo cargo. El experto en permanencia en la estructura del Estado y destacado investigador del Servicios Geológico Minero, SEGEMAR. El profesional rehusó a ponerse el “traje” de funcionario para que no le ocurra “lo mismo que a Hugo Nielson en el año 2000 cuando se presentó como nuevo presidente y luego asumió Roberto Page” le recordó a PGM un profesional de la casa.
Ahora, todo estaría acordado para que Zapettini asuma en los próximos días como presidente de la centenaria entidad geológica nacional. Lo secundaría, como Secretaria Ejecutiva, la geóloga Silvia Chávez, quien también se destaca como profesional dentro del SEGEMAR desde hace más de veinte años.
Aquí, una coincidencia. A estos dos posibles nombramientos los apoyaría ATE. Otra coincidencia, desde las redes sociales, existe una fuerte oposición a los nombramientos de estos posibles funcionarios. Los mismos provendría desde UPCN, quienes, desde distintas personas alientan a “desempolvar los bombos” para hacer mucho ruido, y que no asuman. Chaparrones y chubascos, para la actual gestión del sanjuanino.
Todo indica que Hensel deberá negociar con ambos sindicatos. Otros observadores entienden que “el secretario no posee gente propia para poner en cargos de relevancia y tampoco le aprueban todavía la estructura de funcionarios” por eso recurre a lo que puede.
Otras voces, que aparecen discordantes con Zapettini, se desprenden desde distintas provincias, e hicieron saber “off the record” que prefieren en el SEGEMAR a otra figura, algo controvertida de la actividad minera, como lo es el geólogo cordobés Aldo Bonalumi. Cabe resaltar que el académico, quien es un ferviente pro minero, hace más de una década avaló, como secretario de Minería de su provincia, Córdoba, una Ley Antiminera, la cual aún está en vigencia.
Bonalumi, de muy buen perfil y con sobrados galardones académicos, no encontró “quórum” entre sus ex pares del COFEMIN y el silencio de las más mineras de las provincias, Catamarca, San Juan y Santa Cruz tampoco ayudaron.
Así está la cuestión para Hensel. Para colmo de males, la designación de Aníbal Fernández en Río Turbio, sin consulta claro, le marcó nuevamente que debe, en forma urgente, consolidar consenso dentro del sector hacia su gestión para que no se le sigan sumando cuestiones adversas tras lo tragicómico de los sucesos de Mendoza. Si bien Río Turbio no forma parte de la agenda de la actividad minera nacional, las señales de no haber consensuado la designación ni con el ministro Matías Kulfas ni con él, no trasmiten una buena señal. Anibal Fernández no es un improvisado ni un incapaz. Más bien es un polifuncional de la política, y este aspecto, no se debe subestimar. ¿Porqué un hombre de la talla de AF aceptó presidir Yacimientos carboníferos Rio Turbio? Para pensar.
Hensel sabe que Sergio Uñac está muy lejos y poco es lo que puede hacer el mandatario en esta jungla de cemento. También comprende que sobrevuelan muchas y variadas “aves de rapiña” apeteciendo su espacio; y a esto se le agrega que las principales provincias mineras no estuvieron brindando claras y contundentes señales de fortalecer su gestión. Es más, existe malestar por el protagonismo que aún no posee el COFEMIN.
¿Boyanoski vuelve?
Por último, la intención de reciclar la incorporación de un ex despedido del SEGEMAR en la gestión Ríos Gómez, hizo mucho ruido en avenida Roca 651. La intención de sumar al staff a Pablo Boyanoski, que se fue mal de la institución, generó controversia.
La historia dice que el ex funcionario de la era macrista, “fue entregado” por Ríos Gómez como moneda de cambio para que éste pueda continuar en funciones y desde allí se tejieron diferentes versiones sobre su alejamiento. Ahora, habría sido convocado por las nuevas autoridades para que se sume al elenco estable pero “como proveedor” de servicios, aclaran.
Esta convocatoria generó ruido interno, al trascender que existiría un pleito judicializado entre Buyanoski y el SEGEMAR por reclamos mutuos en cuestiones administrativas.
Todos reconocen las valiosas aptitudes profesionales del multi premiado y valioso publicista. Solo que su paso por el Estado fue expuesto como deslucido, y sobre él, (los que se quedaron en funciones) hicieron recaer la responsabilidad de la desaparición física del MUMIN (Museo Minero). Donde la falta de claridad siempre rodeo este tema, el cual, aún perdura sin solución. Nadie, al cierre de esta edición de PGM, podía explicar si Hensel conocía los entretelones entre Buyanoski y el SEGEMAR.
No obstante, mientras siga el calor del verano, habrá que seguir esperando cómo se desarrolla la actual gestión, la cual, todavía, no ha hecho nada de transcendencia.
Claudio Agustín Gutiérrez
Director periodístico
Prensa GeoMinera