Los argentinos hemos elegido presidente de la Nación el pasado 27 de octubre. Se rompió el argumento sobre la imposibilidad de que los gobiernos no peronistas cumplieran su mandato.
Mauricio Macri no pasará a la historia por sus logros como mandatario. Se instalará en ella para hacerles recordar a las generaciones futuras que no existen milagros si no se posee fé en algo, aunque mínimamente sea en uno mismo. Macri fracasó en todo sentido. Pero existe la necesidad de resaltar que también fracasó el pueblo argentino en su opción democrática.
La industria minera no fue ajena a esta instancia.
No existió un solo avance en la puesta en marcha de un proyecto metalífero. Como paradoja podemos citar el boom del litio en el NOA, hecho que es una realidad. No obstante, vale poner en el recuerdo, queel gobernador Gerardo Morales, a principio de su gestión, incrédulo de la viabilidad de esta industria, mandó a los mineros a “sembrar quínoa”, y hoy se exhibe como el amo del “litio”.
El mentor de la frase “el mejor equipo de gobierno de los últimos cincuenta años” dejó un país asolado. Más arruinado que cuando él asumió. Sin duda un simulador serial que vendió humo y sólo fue eficaz a la hora de manejar la voluntad de las masas a fuerza de globitos de colores y mentiras respecto a lograr un país mejor.
Sólo puede dejar ruinas a su paso. Denunció corrupción y también la encubrió. Habló de pobreza cero y crecieron a 4 millones los pobres. Pero puntualizaremos con algunas de las “herencia recibidas” por este “RO”que El país y la minería que caracterizó al gobierno de Mauricio Macri nos gobernó.
• La pobreza la recibió con un 28% en 2015, según la UCA, la llevó a 34.
• Recibió un 4,50 de la población en situación de indigencia, ahora llegó al de 8% según el INDEC. 3,5 puntos más.
• El gobierno comenzó la gestión con un 7% de desocupación, lo elevó a 11% de la población.
• Recibió la tasa bancaria en 38 puntos. La llevó a 75.
• A la inflación su gobierno la tomó al 27% en 2015, la llevo a 56% anual. Como se observa a simple vista la duplicó.
• El dólar estaba en enero de 2015 a $15 lo llevó a $63, lo triplicó.
• El consumo de leche era de 217 litros promedio por persona por año, lo bajó a 133.
• Producción de leche, recibió un país que fabricaba 4400 millones de litros de leche por año, deja un país que fábrica 3.700 millones de litros por año.
• El consumo de carne en el año 2015 era de 59 kg promedio por persona por año. Lo bajó a 50 kg.
• Recibió un padrón de 568.700 empresas funcionando en el país en 2015, deja 535.600 empresas funcionando. Más de 33.000 empresas cerradas.
• El salario promedio pasó de liderar el ranking de ingresos en América del Sur, a ocupar el séptimo lugar. Liquidó el salario.
• Trabajadores que pagan impuesto a las ganancias eran en 2015 1.175.000. Deja un país con 2.100.000, casi un millón de nuevos trabajadores pagando estos impuestos.
• En lo que respecta a la producción de autos, recibió un país que fabricaba 526.000 autos por año, deja un país que fabrica 466.000.
• La pesada deuda externa en 2015 era de 167 mil millones de US$, Macri deja un país con una deuda de 275 mil millones, endeudó un 65% más al país. (*)
Más allá de los datos y los motivos este es una parte del país que duele y que poseemos los argentinos.
Esto se logró gracias a los errores y horrores de los que antecedieron a Macri y de los que son generados por propia incapacidad y alevosía. El presidente que se va, es responsable de la realidad que nos deja y de su incapacidad por lograr un objetivo.
La minería no fue ajena a ellos y permitió que siguieran prevaleciendo negocios de pocos sin haber logrado absolutamente nada en la gestión minera. Más que estafa.
Bajo la era del macrismo se acrecentó el gasto público generando más de sesenta cargos, la mayoría de ellos de jerarquía.
Generó dos subsecretarías y 11 direcciones. Los resultados fueron negativos, humillantes. No se puede exhibir un logro que permita decir “que acierto”. Todo lo que se emprendió careció de concreción, tal el caso del Nuevo Acuerdo federal Minero, la revisión de la Ley de Glaciares, o la normativa sobre Cierre de Mina. Nada se construyó. Quisieron amigarse con la industria y le retiraron las retenciones a la exportación.
Luego, sin previo aviso se las volvieron a instalar.
Por ahí si se escarba un poco se podrá poner como logro la vuelta del Consejo federal de Minería y la vuelta en escena de las provincias a la vidriera de la minería. Pero en el fondo, como es un organismo sin presupuesto, sin organigrama, solo representativo desde lo formal, muchos le quitan el valor que debería tener. No obstante fue una reivindicación para las provincias que fueron despojadas de esta instancia en la era Jorge Mayoral. Por eso hay que anotarla como un logro.
No hay más. En cambio si podemos enumerar que los éxitos fueron personales.
Se nombraron funcionarios que negociaron permanencia en sus puestos de privilegios a cambio de favores y de poder jubilarse, como sucedió en el SEGEMAR.
Hubo un ex gobernador de La Rioja con abultado sueldo que era asesor.
Perduran funcionarios que llegaron a la función para culminar “obras personales” que realizaron en la gestión privada. Tal el caso de Carolina del Valle que condujo técnicamente la elaboración de la remediación de la contaminación del plomo en San Antonio Oeste, Río Negro, y después como funcionaría estuvo a cargo del cierre frustrado y una mala praxis denunciada desde esta comunidad rionegrina.
Existen directores que aún no saben qué deben hacer en la función pública asignada.
No existe un manejo racional ni práctico para la actualización del Centro de Información Minera de Argentina (CIMA).
Desde el gobierno nacional, Jefatura de Gobierno, se propició el avance de las ONG ambientalistas para que estas se apoderaran de territorios nacionales mediante el arrebato de áreas de exploración adjudicadas a las exploradoras mineras. Argumentando que eran zonas protegidas.
Pero la intromisión de intereses del gobierno no sólo hizo gestiones para las “ONG ambientalistas”, en reiteradas oportunidades “apretaron” al gobierno de Chubut para que levante la prohibición a la minería metalífera. Como esto no encontró conductividad, envió a funcionarios de primera línea, secretaria y subsecretario de minería, a intentar “colonizar”, despertó más broncas y fueron “botados” desde Chubut y después, hasta hoy, no intentaron nada público.
La actual funcionaria a cargo de la secretaría no posee antecedentes en el área minera. Es especialista en residuos urbanos.
El subsecretario en funciones, en los últimos diez años fue consultor de las empresas mineras y nadie reparó en su aparente incompatibilidad para desempeñarse en el cargo.
Ninguna vez realizaron gestiones para reposicionar a la industria frente a la Ley de Glaciares.
En cuatro años no se conoció gestión ante las autoridades de las provincias que poseen la prohibición de la minería metalífera dentro de su jurisdicción. Tampoco hubo “enlace” para tratar una agenda con los legisladores nacionales.
Jamás se esgrimieron postulados para consensuar políticas de desarrollo integral de la industria.
Una carencia total para poder relacionarse con los proveedores, los gremios, las Pymes y empresas mineras de envergadura.
En materia comunicacional nada. Desde afuera, cuando estaban desocupados, eran los mayores críticos de los silencios oficiales. Cuando fueron nominados para ejercer cargos (gracias a la gestión de ex amigos), se olvidaron de las carencias del sector pero nunca de las necesidades propias.
Eso sí, hicieron desaparecer el Museo Minero, MUMIN, tras haber invertido más de 150 mil US$ en su reutilización y adecuación a los tiempos modernos. Era la única herramienta comunicacional que exhibía este organizamos como parte de la imprescindible comunicación que demanda la sociedad a la industria. Pero, como era una herramienta útil, la deshicieron.
Se privilegió el viaje y excursión de funcionarios políticos a eventos y capacitaciones en el exterior desperdiciando la posibilidad de formar a los cuadros técnicos de la esfera oficial.
En los últimos dieciocho meses no se ofrecieron conferencias de prensa oficiales. No obstante vale resaltar que quizás aquí se demostró ser lo más coherente posible, para qué llamar a la prensa si nunca existió una idea para comunicar.
En conclusión, la estafa moral no fue una cuestión general del gobierno de Mauricio Macri, también lo fue en lo particular si recorremos las distintas áreas, en este caso la minera.
Muchos pensaron que tras la era Mayoral vendrían tempos mejores para el sector, y eso no fue así. Aquellos que llegaban a la función pública en el año 2015, para recuperar la credibilidad perdida y la confianza, solo se sumaron a la confusión general. Convirtiéndose en un verdadero fiasco.
Debería existir castigo cuando se detecta una estafa moral, incompatibilidad o incapacidad ética para desempeñarse en el cargo público. Pero ojo, tampoco existe una actitud ética para aquellos que usufructúan contactos y utilizan los mismos para que desde el Estado se haga lo que no realiza la empresa o el sector, tales son los casos de investigaciones de mercado o estadísticas.
Es de aguardar que algún subsecretario actual no sea vocero de alguna empresa minera o les realice informes dudosos desde su consultora. Para que no se dé el tráfico de información o influencias.
El desafío de una Argentina minera no es sólo lograr la llegada de inversores y tener leyes que garanticen las mismas, también debería ser que la transparencia se exhiba en todo orden, no sólo en los enunciados.
Es de esperar que los funcionarios que arriben con el nuevo gobierno pongan negro sobre blanco. Si comienzan así, con este simple acto, habrán cambiado la historia.
(*) texto perteneciente al periodista Jonatan Viale.