Lo que le faltaba a la industria minera es que Luciana “Luli Pop” Salazar, la vedette que se posiciona mediáticamente con comentarios sensibles a la política nacional, ahora tome el tema minero como bandera de sus declaraciones y análisis político de alto impacto.
“Luli” se metió de lleno en la problemática que acontece al gobernador Mariano Arcioni, que dicho sea de paso no emboca una, en la provincia de Chubut. La bailarina, cantante y opinóloga dijo recientemente en un tuit sobre Chubut, despegándose de los rumores de amorío con políticos, “lo que pasa, es que para algunos, no aprobar ciertas leyes (como la minería) les puede traer costos políticos”.
En el piso del programa Intrusos fue consultada sobre su relación con el gobernador del Chubut, y aclaró que tienen un amigo en común y por esa razón se conocen, negando que fueran pareja. Sobre la situación que se viven en la Provincia del Chubut Salazar agregó “Tengo dos fuentes que decían que hizo todo mal” a lo que agregó que una de las causas de este presente “es no haber aprobado la ley de minería”.
Lo que era impensado para la industria, que se posicione el tema de la minería en la agenda de los medios masivos de comunicación, lo logró la vedette de ShowMatch al hacerse repercutir a nivel nacional, mediante la cadena televisiva de los diferentes canales y todas las formas de expansión en redes, introdujo el tema minero como nunca sucedió en la joven historia de la minería metalífera en la Argentina.
“Santa Luli POP”, sugirió un experimentado periodista del sector, señaló, para quitarle dramatismo a quienes piensan dentro del sector, que esto le restaba más a la instrascedente imagen sectorial. Para el comunicador, es todo lo contrario: “ahora hay miles de argentinos que tomarán la frase de la mediática para acreditarle el fracaso de Arcioni y el desastre financiero de la provincia de Chubut por negar el desarrollo minero”. Todos saben que este análisis está muy lejos de la realidad, pero para el “hombre masa”, que se anoticia y no se informa, le quedará en su análisis que la minería era la salvación de la provincia. Por supuesto que es otro error de concepto y probabilidad.
Analizando los sucesos de Chubut, lo que se debe afirmar es que el sucesor del extinto gobernador Mario Das Neves, no embocó una. No se le ha caído, o mejor dicho generado, ninguna idea separadora que rompa con la impronta de que sólo el Estado sea la fuerza económica predominante en esta provincia patagónica.
Todo indica que las regalías del petróleo ya no alcanzan. Que a la crisis nacional a la impericia del gobierno de Mauricio Macri se le debe sumar, indefectiblemente, el fracaso de una gestión provincial que no supo plasmar ni esgrimir ideas ni perspectiva de cambio a corto plazo.
La actual situación provincial es consecuencia que en los últimos 18 meses desbarrancó sin “para avalanchas”.
No existe financiamiento genuino y la cuestión central es que ya se convirtió en un problema económico. No existe desde donde extraer dinero para gastos generales. La provincia atraviesa su peor momento histórico.
Hay quienes arriesgan que Arcioni no reasumiría funciones el 11 de diciembre próximo, dado que existirían desencuentros internos. Situación que lo debilitaría para comandar su segunda gestión como gobernador. Más allá de esta especulación, suicida por cierto, el pueblo chubutense está esperando que la política haga su ajuste. Que se blanquee la realidad de la provincia en sus cuentas y sus recursos; acomodando las finanzas ante las posibilidades ciertas con que cuenta.
Luego, mucho después, podrán debatir si la minería es factible o no. En este marco es mejor esperar que calmen las aguas, se profundicen las trasformaciones y se visualicen cómo se emerge de esta coyuntura, la que no es para nada fácil de sobrellevar ni alcanzar.
Mientras esto se desencadena y acomoda, la industria minera deberá desplegar seducciones. Mostrarse amigable y transparente. Temáticas para nada fáciles de concretar, ya que significa un cambio de paradigma después de 16 años, cuando nació el “no a la mina” en Esquel.