El ahora ex presidente de la empresa Yacimientos Agua de Dionisio, Santiago Albarracín, pensó que las denuncias por corrupción efectuadas contra la administración de su antecesor, Manuel Benitez, le iba a dar un salvo conducto por cuatro años de un jugoso salario y sin problemas para su poca acostumbrada vida, se equivocó.
No obstante, Albarracín sobrevivió a 37 meses. En Abril lo despidieron, sin pena ni gloria. Su gestión fue un verdadero fiasco. Pero en esto no estuvo solo, hubo cómplices y secuaces.
Como compinches de la tragedia de su gestión fueron las tibias amenazas de quienes comandaban la secretaria de Minería y nunca hicieron mucho por sacarlo. Solo se mantenían distantes y ante la pregunta de por qué lo había designado decían “pregúntenle al Pro”, partido que le permitió el acceso como funcionario para ejercer la presidencia de esta empresa estatal propiedad de la provincia de Catamarca, la Universidad Nacional de Tucumán y del Estado nacional.
Otros “compadres” fueron los integrantes del directorio de la empresa provenientes de la universidad y del gobierno catamarqueño, más precisamente Ángel Mercado, el esposo de la actual gobernadora Lucía Corpacci. En cambio llamó la atención que el más “amigo e intimo colaborador” que nombró Albarracín, y co-responsable de la desastrosa gestión empresarial, el contador Luis de Miguel, lo reemplace tras haber sido despedido por Mauricio Macri.
Dicen que siempre de Miguel funcionó como la autoridad de la empresa. Lo cierto es que se lo indica a éste como el mentor de los achiques y reducciones de personal, despidos y otras instancias ya que Albarracín, “poco asistía” a la compañía.
Ahora deberá ser Miguel el que deba responder los acertijos que nunca respondió el funcionario expulsado de la empresa. Hace tres años desde esta redacción, vía nota, se le solicitó a los funcionarios a cargo de la minera estatal que respondieran sobre el dinero que se encontraba en el banco Nación a la asunción. Se hablaban de 64 millones de pesos (4.5 millones de U$S a la fecha), tres millones de dólares en billetes y casi mil kilos de oro. Obviamente nunca respondieron y sólo se dedicaron a presionar, en forma indirecta, lo que se escribía desde esta redacción.
Todavía deben dar esas respuestas. También en que se gastó el dinero que recibieron desde las liquidaciones realizas durante 15 años por Minera Alumbrera como utilidades.
Durante ese lapso, 2002 a 2017 se estiman que recibieron 1.200 millones de dólares. De este dinero sólo se sabe que lo recepcionaron en tiempo y forma, y en algunos tiempos en forma adelantada, debido a la información anual que desde la empresa se efectuaba en un claro mensaje de transparencia que exhibía la empresa compuesta por Glencor-Goldcorp y Yamana, dueñas del paquete accionario en el último tiempo.
Sin duda, y sin mucha imaginación, YMAD constituyó un excelente negocio por haberse asociado con empresas mineras de jerarquía que supieron explotar con éxito el yacimiento insignia de la industria minera nacional.
Así YMAD se constituyó con el paso del tiempo, de un excelente negocio del Estado, aún con un sin número de interrogantes sobre el destino real del dinero obtenido.
La gestión anterior, que se retiró en silencio fue vapuleada con denuncias ante la justicia por sospechados desmanejos de la administración del radical Manuel Benítez. La estrategia de éste último fue de no hablar sobre las acusaciones y mantenerse en silencio. Así fue que nadie explicó nada dejando entrever que “el que calla otorga”...
Hoy se continúa como era entonces. Con el tan mentado “No hagan olas”, desde hace dos años que existe un maremoto en la Universidad Nacional de Tucumán y se gestó a partir del tema YMAD por denuncias judiciales referido a los destinos de los fondos generados por las explotación del yacimiento ubicado en Bajo de la Alumbrera, ubicado en la provincia de Catamarca. Ex directores de la empresa, ex rector y otros funcionarios, aún hoy concurren a dar explicaciones de qué montos y cuáles fueron los destinos del dinero generado por las utilidades de Minera Alumbrera.
En estos días, los ojos de la política y del empresariado minero no observan esta situación con confianza. Desde Catamarca aseguran que con el cambio de gobierno, el que acceda, pondrá líneas de acción que pongan negro sobre blanco.
El intendente de la capital provincial, Raúl Jalil (Frente de Todos), que obtuvo una importante diferencia en las primarias para gobernador en Catamarca y superó por casi 30 puntos a la lista de Juntos por el Cambio, encabezada por el médico radical Roberto Gómez, anticipan que habrá investigación y cambios.
Aseguran desde su entorno que desde hace mucho tiempo “se hacen las cosas mal en la empresa mixta que ha captado miles de millones de dólares” y se desconoce a dónde fueron a parar. No obstante libera de esa lectura a Lucía Corpacci diciendo que “ha marcado un camino de previsibilidad”.
No obstante, los observadores del sector minero aseguran que la visibilidad que tomó en el último año el proyecto Agua Rica demandará que la política haga su parte en torno al tema de transparencia.
No puede repetirse la historia sobre el desconocimiento del destino de los fondos que generó la minería para el Estado como parte del negocio, y menos que esa cuestión trasciende los colores políticos del gobierno nacional.
No obstante, desde Catamarca, el inminente arribo del nuevo gobierno peronista se ha decidido seguir con el pensamiento del titular del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 2, Sebastián Ramos, quien dictaminó la falta de méritos para Ángel Mercado y Carlos Palacios en la causa caratulada “Benítez Manuel y otros sobre averiguación de delito” que investigan las supuestas irregularidades en la comercialización de oro que llevaba adelante la empresa interestadual YMAD.
La resolución del juez argumentó que la administración de YMAD corre por cuenta de la presidencia y por lo tanto los miembros del directorio nada tienen que ver. Todo indica que de seguir la investigación todo se referirá a quien era presidente, Manuel Benítez y que los locales quedarían ya fuera de la causa.
Ahora hubo otra novedad, en un juzgado de Tucumán se investigaría sin hubo funcionarios de YMAD que además de sus sueldos de la empresa pública, percibía algún tipo de viático o salario como integrantes del directorio de Minera Alumbrera, el cual, no habría sido declarado. Como así también, la razón, por la que no se habrían presentados los balances correspondientes a los últimos tres años. ¿será verdad?
Se quiere romper con la impericia actual de una lógica de ajuste permanente y asociado a un vaciamiento de recursos que agotó las reservas, dilapidó el dinero heredado; cerró la única planta refinadora de oro y plata que existía en el país y disminuyó drásticamente la producción de oro.
Hubo cambios de nombres en la estructura de la empresa.
La apatía y el ADN de Albarracín continúan con el de Miguel que no puede ocultar, por más que lo desee, ser un titular indiscutible en el equipo oficial que profundizó el aniquilamiento de la empresa.
Pero esto sucede porque existe la complicidad de algunos influyentes que por este tiempo pidieron partidas especiales de publicidad y nombramientos para hijos de políticos catamarqueños que como si esto fuera poco no asisten a sus puestos de trabajo en horarios funcionales.
La desidia no posee color político ni ideología. Es igual a la estupidez humana.
PRESAGIO:
En la edición del mes de Abril Prensa GeoMinera se tituló Catamarca: Operativo “despojar de poder decisivo a YMAD y tener la titularidad de la empresa”.
Días después de esta nota, sin previo aviso, su sucesor, Luis de Miguel, le informó a Albarracín que él no era más titular de la empresa estatal.
Después se habrían aumentado las pautas publicitarias a medios catamarqueños cercanos al gobierno y nombrado a los hijos de funcionarios que andaban desocupados. De manual.