ARGENTINA | 05 de Diciembre de 2024
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05 de Diciembre de 2024
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BUENOS AIRES

La geología que no se enseña y la minería que no se entiende

Por Eddy Lavandaio

En el mes de noviembre de 2023 la Asociación Geológica de Mendoza presentó una nota a la Dirección General de Escuelas de Mendoza solicitando que se incluyan en los diseños curriculares contenidos mínimos sobre ciertos temas de la Geología que hoy están ausentes y que, debido a esa ausencia, derivan en una gran ignorancia sobre el aprovechamiento de las materias primas minerales. Así, los educandos no alcanzan a entender cual es el rol de la minería en general y del minero en particular.

Al tomar conocimiento de ese pedido, la Diputada Provincial Jimena Cogo nos invitó a dictar una conferencia sobre ese tema en la Legislatura. La presentación se concretó el 25 de abril, con buena asistencia de público y con la presencia de varios Legisladores.

Los diseños curriculares son, probablemente, la construcción más importante de cualquier gobierno en materia educativa. Se trata, nada más y nada menos, de la guía básica para todos y cada uno de los niveles de la enseñanza que se imparte en la Provincia. Sin menoscabar esa importancia, el pedido de la AGM se refiere a un defecto detectado en esa construcción y propone solucionarlo.

Dado que las políticas educativas poseen cierta transversalidad por la acción del Consejo Federal de Educación y eso deriva en similitudes que se dan en todas las Provincias, es probable que el defecto que la AGM ha detectado en Mendoza esté presente en otras jurisdicciones. Por eso nos atrevemos a dar a conocer esta nota en un medio nacional.

Nuestros fundamentos surgen de una revisión detallada de los diseños curriculares. En ellos no pudimos encontrar la palabra "Geología”. Es decir que la "Geología", la ciencia madre de nuestra profesión, declarada de interés público en el marco del Artículo 43º de la Ley de Educación Superior Nº 24.521, no figura en los diseños curriculares de la DGE.

Y no se trata de un simple problema de figuración. La mención de una ciencia en los diseños curriculares tiene por objeto que los docentes (maestros, profesores) sepan que esa ciencia existe y que deberán transmitirles a sus educandos ciertos contenidos de la misma. La mención de la “Geología” llevaría a los educadores a buscar el significado preciso de esa palabra y, según la fuente que consulten, encontrarían definiciones similares a esta:

…"La Geología es la ciencia que estudia la composición, la estructura, el origen y la evolución de la Tierra".

Obsérvese que el primer objeto de estudio, de acuerdo a esa definición, es "la composición de la Tierra". Así como señalamos que la palabra “Geología” no figura en los diseños curriculares, debemos agregar que la “composición de la Tierra” tampoco figura. Esta es, nada más y nada menos, la “Geología que no se enseña”.

Para que no haya dudas sobre lo que estamos afirmando, comencemos por hacernos una simple y elemental pregunta … ¿Cuál es la composición de la Tierra?

Respuesta. …"La Tierra está compuesta por los 92 elementos naturales que se encuentran ordenados y descriptos en la Tabla Periódica de Elementos Químicos, desde el Hidrógeno (Nº 1) hasta el Uranio (Nº 92)"(ver figura adjunta).

En los diseños curriculares no se relacionan los 92 elementos naturales con la “composición de la Tierray mucho menos con la “Geologia ”.

La conclusión es que ni educadores ni educandos aprenden que en la naturaleza esos elementos químicos se combinan de diferentes maneras para formar minerales y que los minerales se agrupan para formar rocas. La Geología dispone para ello dos disciplinas: la Mineralogía y la Petrología , pero estas dos palabras tampoco aparecen en los diseños curriculares.

Esto no es nuevo. Los temas de Mineralogía y Geología están ausentes en los planes de enseñanza de nuestras escuelas y ese es un defecto de larga data. La asignatura "Mineralogía y Geología" que se dictaba en el cuarto año de todos los colegios secundarios (Bachillerato y Magisterio) desapareció de los planes de estudio desde mediados del siglo XX y no sabemos por qué.

Estas omisiones tienen sus consecuencias. En la práctica significa que cuando los niños y adolescentes hablan del uso de silicio, cobre, litio, aluminio, hierro, carbono, galio, germanio, cobalto o cualquier otro elemento químico, no los asocian a la composición de la Tierra y entonces no se dan cuenta de que para poder obtenerlos y usarlos hay que extraerlos de la Tierra.

La educación utiliza la asociación de ideas como mecanismo mental útil para los procesos de aprendizaje porque nos ayuda a incorporar conocimientos y recordarlos con mayor facilidad. Mediante ese mecanismo los chicos aprenden a relacionar la leche y el bife de chorizo con la vaca, o el pan con la harina y el trigo. Pero nadie les enseña a relacionar su cucharita de acero con los metales que hay que extraer de la Tierra para fabricarla.

Por ejemplo, en Mendoza los niños aprenden que el vino se hace con uvas pero no les enseñan que las botellas que lo contienen y las copas en que se sirven se hacen con minerales que deben extraerse de la Tierra .

Podríamos dar muchísimos ejemplos dado que casi todo lo que tenemos y usamos en nuestra vida diaria se hace con materias primas minerales. Hoy en día se aprovechan casi todos los elementos químicos que componen nuestro planeta, mediante la “extracción” de unas quinientas especies minerales en todo el mundo. Su industrialización impulsa el progreso y bienestar de la humanidad, una humanidad que no cesa en su avance científico y el desarrollo constante de nuevas tecnologías que, a la vez, implican un mayor uso de minerales

Sin embargo, la educación formal no se encarga de explicar esa parte fundamental de la Geología que es la Composición de la Tierra. Tampoco enseña que las materias primas, para elaborar, construir o fabricar todo lo que tenemos y usamos, deben “extraerse” de la Tierra .

Los chicos deberían aprender que sin esas materias primas minerales no existirían las grandes obras civiles, los automóviles, los ferrocarriles, los barcos, los aviones y otros sistemas de transporte. No habría casas, departamentos, escuelas y hospitales ni máquinas e instalaciones industriales. No tendríamos cocinas, lavarropas, heladeras, televisores, procesadoras, calefones, acondicionadores, estufas, planchas, enchufes ni lámparas. No existirían computadoras, sistemas de comunicación ni instrumental científico. Tampoco se podría producir y transportar energía, y no habría herramientas o máquinas para sembrar, alambrar, cosechar, elaborar, procesar, conservar y transportar alimentos o agua, o producir vestimentas.

De esa forma se darían cuenta de la importancia que tiene su industrialización. En cambio, sin esa información, es difícil que niños y adolescentes (futuros adultos) entiendan cabalmente que la “extracción ” de esas materias primas es imprescindible para sostener el mencionado desarrollo científico, tecnológico, económico y social. Y tampoco pueden entender cual es el rol de los mineros en particular ni de la minería en general, cuya misión es “extraer” las materias primas minerales y ponerlas a disposición de las industrias.

Por eso pedimos a la DGE que se enseñe a niños y adolescentes cual es la composición de la Tierra. Que se les explique que los metales, los no metales y los minerales en general son sus componentes para que asocien ideas y se den cuenta de que para usarlos, para elaborar, construir o fabricar todo lo que tenemos y usamos alguien debe ocuparse de “extraerlos” de la Tierra

Solo así los educandos llegarán a comprender que el rol de los mineros es precisamente “extraer” esos componentes y ponerlos a disposición de las industrias y la tecnología, para el progreso y el bienestar de la humanidad.

(*)Geólogo. Matrícula COPIG 2774A.

Miembro de la Asociación Geológica de Mendoza

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