ARGENTINA | 05 de Diciembre de 2024
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05 de Diciembre de 2024
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CHUBUT

De última… como Chubut

Por Claudio Agustín Gutiérrez

Enero 2022

Ya llega el año Nuevo... debo apurarme para escribir en el cierre de esta edición. Sobrevuelan sobre mi distintas reflexiones. Pero la bronca, esa maldita bronca, no me deja soltarme para referirme a lo que pasó en Chubut. Me niego, pero una y otra vez me surge el ánimo de que es necesario hacer una catarsis. Por eso, aprovechando las últimas horas del 2021, dejo que las musas hagan lo propio. Reflexiono: ¿y si se proponen y hacen las cosas bien? ¿Y si abrazan la necesidad de usar de una vez por todas el sentido común?... o si prefieren, trabajar en serio y abandonar la cuestión de que obtengan la licencia política y obtener de una vez por todas la social.

Chubut, de papelón en papelón. La reseña histórica nos recuerda que: hubo un Diputado provincial que vendía influencias a posibles proveedores; sindicatos y cámaras de una minería inexistente que llamaron a presentar curriculum vitae… funcionarios de COFEMIN enviando panfletos pro mineros cuando en su provincia desde el año 2009 está prohibida (caso Córdoba)… ministros que aseguran que la minería contamina… negación a debatir de frente con las universidades, la iglesia y centros de investigaciones que hacen críticas técnicas a la industria. Sancionar una ley para luego derogarla. Incendios. Movilizaciones populares con bronca acumulada por atrasos de sueldos, precariedad laboral sanitaria y social.

De repente ser tapas de noticias y de minutos interminables de TV que señalan los destrozos de la Casa de Gobierno de Chubut por culpa de la megaminería. Operadores de prensa, verdaderos enanos de circo, que pertenecen a la Secretaría de Minería del gobierno nacional que proponen y presionan a periodistas a los efectos de hacer notas a personas que hablen a favor de la industria cuando todo era un caos sin precedente. Ganar una votación legislativa de 14 a 13 votos para instalar la minería. Negar a una industria lícita en una provincia de explotación petrolera. Un gobernador inestable que no sabe, ni comprende cómo administrar una provincia y sólo genera caos y más caos. Un sector minero que en el año 2012 derribó un proyecto de ley pro minero argumentando que era exagerada la renta que exigía el Estado provincial; ahora aceptaban más! Desde entonces todo lo que se probó e instrumentó para habilitar a esta industria fracasó y volvió a venirse abajo.

Pronto harán 18 años desde que en Esquel se dijo “No a la Mina”. A partir de entonces, hasta el presente, pasaron seis gobiernos provinciales. Se han elegido 162 legisladores. Se intentaron en tres oportunidades impulsar al sector y esta vez, que habían logrado un supuesto mayor consenso, amplias posibilidades de concreción y encaminandos hacia buen puerto, a los postres, se volvió a fracasar. Convengamos que a la industria le falta comprensión de estados de ánimos sociales. O si se prefiere comprender que hay negocios en el medio que pretenden cierto “estatus quo” para que nada cambie. La siempre vigente paradoja expuesta por Giuseppe Tomasi di Lampedusa (1896-1957), que expresaba la contradicción aparente: “Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie”.

Desde el sector se debe sostener en forma enérgica que no fracasó la industria minera. Naufragó la mala política. Los “vende humo”. Los especialistas de la nada. Sindicalistas sin valores ni escrúpulos que se convirtieron en voceros y patoteros de una supuesta industria que no hace pie en Chubut porque se niega a comprender idiosincrasias, ideologías, fenómenos sociales, y lo que es peor, seguir concibiendo que operadores y ejecutivos no quieren aprender de sus propios errores. Así lo delatan los mismos deslices que se cometieron en Esquel, Mendoza, Famatina o en San Luis por nombrar algunos.

Por eso, como sostenemos desde estas páginas desde el año 2003, para proponer hay que comprender de qué se habla. Para aceptar, se debe estar dispuesto a explicar una y mil veces de qué se trata. Es de esperar que hayan terminado con la idea que sumando escuditos de cámaras inexistentes, de agrupaciones unipersonales, de redes y que cualquier carancho, nunca se logrará nada.

Aprender y darse cuenta que lo hecho en 18 años no sirvió.

Aguardar que, con este nuevo “F R A C A S O” crezcan fomentando ideas y entidades conceptuales superadoras, amigables, convincentes y efectivas.

Como dijimos durante el transcurso del año, “ Billetera no asegura proyecto. ¿Llegó la hora de hacer las cosas bien?” (Prensa GeoMinera marzo de 2021) afirmación que sostenemos, entendiendo sencillamente, que la gente debe abandonar la idea de que el sector vende los espejitos de colores. Para que esto ocurra hay que consensuar, dialogar, debatir, convencerse y militar la idea. Pero todo esto debe empezar en el sector minero, para convertir hay que creer. De lo contrario analicen el Evangelio en sus diferentes relatos.

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